Necesitamos resolver las barreras logísticas y recuperar condiciones de competitividad en costos y tiempos de tránsito para aprovechar cualquier chance, subrayó la directora ejecutiva de esa entidad, Carla Caballeros.
La medida del país del norte cambia las reglas, ya que México con el 95 por ciento del mercado de las importaciones, aparece como el principal proveedor, describió la autoridad, citada por el diario local Prensa Libre.
La cuestión está en incrementar la producción nacional, mejorar la capacidad y garantizar el acceso al mercado que actualmente está limitado con el arancel recíproco del 10 por ciento que tiene Guatemala, agregó Caballeros.
Las cifras indican que nos hemos mantenido como un proveedor constante a Estados Unidos, con envíos de 17,2 millones de dólares hasta 20,7 millones de dólares, entre 2020 y 2024, citó la ejecutiva.
Francisco Viteri, directivo de la empresa líder de este territorio centroamericano en la producción de tomate, Agropecuaria Popoyán, expuso, por su parte, que Guatemala está en desventaja por costos de logística, salarios e insumos, pero compite en calidad.
En este momento es muy difícil emitir una opinión respecto al futuro de los aranceles y existe incertidumbre de qué se aplicará, consideró.
El empresario explicó que para el tomate chapín hay dos mercados, uno es el estadounidense y otro el centroamericano, mientras coincidió en que el sector de exportación podría verse beneficiado en alguna medida.
Comentó que en tomates y chiles el país tiene grandes oportunidades a nivel mundial ya que se está convirtiendo en un hub tecnológico regional e influencia en Sudamérica.
Llamó a negociar con Estados Unidos ya que Guatemala ha sido una amigo para ellos, con una balanza comercial positiva de aquel lado.
Un arancel del 10 por ciento para las importaciones encarece los productos de la tierra del quetzal frente a México que quedó sin gravamen, señaló antes Camagro.
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