No son solo los graves tocamientos que aún se siguen dando puntualmente en hora punta en los autobuses. Las miradas lascivas o los comentarios fuera de lugar que deben soportar las mujeres cuando van solas en el transporte público han llevado al Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) a impulsar una campaña de sensibilización contra el acoso.
“Al bus, cap abús”, reza la campaña que se vinilará en las líneas de gestión indirecta metropolitanas, entre las que se encuentra el NitBus, uno de los focos en los que se dan más situaciones desagradables pese a la extensión del sistema de cámaras de videovigilancia en todos y cada uno de los vehículos de la flota. También en los últimos años se ha generalizado el sistema de paradas intermedias a la demanda que permite a las mujeres y jóvenes bajarse en el punto que quieran del recorrido por la noche.
La mitad de las mujeres van en alerta en el transporte público
Aunque en las encuestas sigue imperando el miedo a sufrir un robo por encima de una agresión sexual, un reciente informe del Institut Metròpoli hizo saltar las alarmas al concluir que la mitad de las mujeres se siente en alerta en el transporte público y el 13,7% directamente inseguras, unos porcentajes mucho más altos que entre los hombres.
A ellos también se dirige esta campaña ya que pretende llamar la atención y movilizar al resto de viajeros, apelando a un sentimiento de comunidad e instando a los pasajeros a actuar ante cualquier acto de acoso que detecten.

Parte trasera de un autobús instando a la implicación de los viajeros en la campaña “Al bus, cap abús”
Josep Cano / AMB
La campaña es el resultado de una iniciativa impulsada por un grupo de técnicas de movilidad del AMB que ha incorporado la visión feminista de manera transversal en todos los servicios y proyectos metropolitanos en los que están implicadas.