
Barcelona
En una antigua nave de principios del siglo XX en la calle Pere IV, el eje histórico de Poblenou, se respira pasión por la bicicleta. En su interior, estos vehículos de dos ruedas están por todas partes. Literalmente. Colgadas en las paredes, en el techo…o incluso lámparas hechas con llantas. Se trata de la sede de la veterana cooperativa Biciclot que promueve el uso de este medio de transporte desde hace más de tres décadas en Barcelona.
En una mañana entre semana, hay una formación dirigida a un grupo de mujeres para ser futuras mecánicas de bicicletas. “Estoy en situación de desempleo actualmente y buscaba un cambio radical en mi carrera. En un futuro me gustaría dedicarme profesionalmente a esto”, comenta Nicola, con las manos engrasadas, una de las alumnas del taller. Una de las patas de esta cooperativa son los cursos de inserción social y laboral, con formaciones regladas por el Servei Públic d’Ocupació de Catalunya (SOC) desde finales del 2023.

Formación dirigida a mujeres para mecánicas de bicicleta en la sede de la cooperativa Biciclot
Ana Jiménez
Aquí también se trabaja para dar una nueva vida a las bicicletas antes de acabar siendo un amasijo de hierros en el vertedero. Recuperan una media de entre 400 y 600 al año. Las bicis que tienen una segunda oportunidad están hechas alrededor de un 80% de material usado. “Algunos componentes por seguridad, como los cables de freno y las pastillas, no se recomienda reutilizarlos”, detalla Alejandra Murillo, una de las socias y técnica de comunicación de la cooperativa.
Las piezas provienen de diferentes donaciones, ya sean de particulares, entidades o a través de convenios con ayuntamientos, como el de Barcelona, Terrassa o Santa Coloma de Gramenet. Calculan que por cada ejemplar que fabrican se ahorran unos 15 kilos de residuos.
Biciclot cuenta con una marca propia, Rebiciclem, y las hay de diferentes colores y modelos: urbanas, híbridas, eléctricas e infantiles. Se empezaron a diseñar en 2019 y se han hecho 1.700 hasta el 2023, año en el que se paró la producción para repensar e introducir mejoras en el proyecto. Tras este periodo de reflexión, la cooperativa ha decidido volver a confeccionarlas y para buscar fondos ha lanzado una campaña en la plataforma de financiación colectiva Goteo.

La antigua nave de Poblenou alberga el hub de la bicicleta de Barcelona
Ana Jiménez
Su objetivo es recaudar al menos ocho mil euros y poder fabricar y comercializar 300 bicis durante este 2025. “Estamos en pleno proceso de producción. Hemos afinado más el proyecto, nos hemos centrado en las cuestiones que funcionaban y hemos mejorado temas de diseño, colores y accesorios”, explica Erika Laguillo, socia trabajadora y técnica de comunicación de Biciclot. “Es la primera vez que hacemos una campaña de crowdfunding y también es un altavoz para darnos a conocer”, añade Murillo.
Un equipo de profesionales formados en la escuela de mecánicos de la cooperativa se encarga de diseñar y fabricar los vehículos. El taller de producción se ubica en Sabadell y allí desmontan los cuadrados, los pintan y los vuelven a montar aprovechando al máximo los materiales y los diferentes componentes. Es un trabajo artesanal hecho a mano.
Envíos más allá de Catalunya
Además de adquirirse en el punto de venta física en la sede del Poblenou o en su página web, una de las novedades de la nueva campaña es que se prevé que las nuevas bicicletas se puedan comprar más allá del territorio catalán mediante un envío sostenible. Aquellos que quieran participar en la campaña, activa hasta finales del mes de abril, ofrecen a cambio desde clases particulares a ir en bicicleta a cursos de mecánica.
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Por otro lado, esta cooperativa ofrece asesoramiento y flotas de estos vehículos, así como bicis de carga para el desplazamiento de mercancías. También hay actividades dirigidas a escuelas e institutos. Además, en la sede de Poblenou se ubica el hub de la bicicleta y en la planta de arriba hay un espacio de coworking destinado a diferentes entidades, como la asociación para la promoción del transporte público, Barabara Educació -una cooperativa de trabajo de iniciativa social- o la Coordinadora de Mentoría Social – que desarrolla proyectos de mentoría dirigidos a colectivos en situación de vulnerabilidad-.
Sin duda, aquí la bicicleta es un modo de vida y la conciben como un medio de transporte económico, saludable y respetuoso con el medio ambiente.