Desde 2011 la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Teconología Médica (ANMAT) prohíbe en Argentina la comercialización, importación y publicidad de productos de vapeo.
Sin embargo, según la WVA (World Vapers’ Alliance) millones de personas vapean de manera informal: sin verificar edad, sin estándares de calidad ni trazabilidad.
La campaña apunta a cambiar ese enfoque prohibicionista y propone un modelo inspirado en países como Reino Unido, Suecia o Nueva Zelanda, donde el vapeo se integra como herramienta de reducción de daños para fumadores adultos.
Entre sus peticiones se encuentran: habilitar la venta legal del vapeo a mayores de edad en locales especializados; imponer sanciones para quienes vendan a menores; controlar la calidad de los productos y fomentar información clara sobre los riesgos relativos.
–La presentación de firmas más de 15.000 ciudadanos se realizará ante el Congreso de la Nación Argentina en la primera semana de noviembre, en un momento político clave de cara a las elecciones.
Según la WVA, mantener la prohibición “solo alimenta el mercado negro, deja sin opciones legales a quienes buscan vapear y facilita el acceso de menores sin control estatal”.





