Con sus jóvenes 20 años, Carlos Gugenheim está haciendo sus primeras armas en la Primera del fútbol argentino con la camiseta de Laferrere y completando casilleros.
El pibe de Carmen de Patagones, quien se inició en la Liga Barrial de su ciudad jugando con su padre y hermano en el mismo equipo, llegó a Vélez de la mano de Hugo Iervasi (extécnico de Lafe) y, este año, Pablo Nieva lo convocó para nutrir al joven plantel del equipo matancero. Y Carlitos no decepcionó, porque ya lleva tres tantos: uno contra Dock Sud, otro frente a Comunicaciones y el pasado fin de semana abrió la cuenta ante Liniers.
“Fue el primer gol de cabeza de mi carrera, no tenía hasta ahora. Y bueno, estando ahí arriba es mi forma de pagar al técnico y a mis compañeros la confianza que me dan; todo lo que cae en el área, tengo que tratar de convertirlo en gol”, contó en Equipo completo, por Radio Universidad.
El arco rival como blanco
“Siempre jugué de media punta, atrás del Nueve. Hoy me toca estar ahí en el área y tengo que se efectivo”, expresó el goleador del Verde.
Y añadió: “No se me venía dando el gol y tenía bronca. No me acuerdo en qué partido fue, que quedé mano a mano con el arquero y le pegué al piso, entonces le pedí al técnico de quedarme después de los entrenamientos para practicar definición, porque no puede ser que le pegue al piso… Y bueno, estoy en eso, porque una vez que esté frente al arco, tengo que tener la cabeza fría y empezar a hacer goles. Por suerte se están dando, pero tengo que seguir mejorando”.
Respecto al campeonato de Lafe, Gugenheim indicó: “Tenemos el foco puesto en esta semana que vamos a tener libre para ajustar muchas cosas en el equipo y seguir mirando para adelante. El otro día contra Liniers jugamos casi una hora con un jugador menos y no se notó, y cometimos un error sobre el final que lo pagamos caro. Además tuvimos un poquito de mala suerte, pero estamos bien. Tenemos que lograr dos o tres triunfos que nos metan en la pelea”.
