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miércoles, noviembre 19, 2025

Carmen Maura, a los 80: Por qué no quiere estar más con hombres y por qué actuar es un juego que le salvó la vida

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Al verla llegar a la coqueta terraza del apart donde se hospeda, en el límite entre Colegiales y Palermo, se confirma lo que minutos después Carmen Maura le confesaría a Clarín.

“Si voy tranquila por la calle, aquí muchos no me reconocen. No tengo pinta de actriz, es mi enorme ventaja. Pero bueno, esto de la fama me viene muy bien porque siempre tengo papeles bonitos”, dice la ganadora de 4 Goyas y múltiples galardones de prestigio internacional.

La ex “Chica Almodóvar” protagonizó más de cien películas, entre ellas las recordadas Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), ¡Ay, Carmela! (1990) o La comunidad (2000). Ahora vino a promocionar la película Vieja loca, en la que brilla con una actuación impactante junto a Daniel Hendler, dirigida por Martín Mauregui.

Vieja loca es una coproducción hispano-argentina que se acaba de estrenar en varias salas argentinas. Se trata de un thriller de terror, con un juego entre los personajes que puede calificarse de perverso y macabro.

Carmen Maura estuvo de paso por Buenos Aires, alarmada por el precio de las medialunas. Fotos Ariel GrinbergCarmen Maura estuvo de paso por Buenos Aires, alarmada por el precio de las medialunas. Fotos Ariel Grinberg

Esta “viejecita de 80 años” (como Carmen Maura se define con ironía) encarna a Alicia, una adulta mayor que padece demencia senil. Su hija está de viaje y se preocupa porque tome su medicación, entonces le encarga a Pedro, su exnovio (interpretado por Daniel Hendler) que le haga el favor de ir a cuidarla a su casa.

Alicia lo confunde con un amante oculto del pasado, lo secuestra y encadena. Y hasta lo obliga a ponerse en el lugar de su antiguo amante, con quien cometieron atroces crímenes.

Carmen Maura afirma que su vida artística empezó cuando era una niña y desobedeció a su madre: “Quiero ser actriz”, le dijo. Y Vieja loca es el primero de sus tres filmes que llegarán a los cines en los próximos meses. A principios de 2026 lo hará Calle Málaga (mejor película en el Festival de Mar del Plata, y ella ganó como mejor actriz) y más tarde se estrenará La cuidadora, dirigida por Álex de la Iglesia.

Carmen Maura, en una escena de Carmen Maura, en una escena de «Vieja loca», que estrenó el jueves.

Dice: “Me divertí mucho haciendo Vieja loca. Fue como un juego, el primer día de rodaje recibí muy buenas vibraciones de una cantidad de chicos jóvenes que había en el equipo. Estaban felices de trabajar conmigo”.

Y agrega: “Cuando la vi me quedé muy sorprendida. Me pregunté: ‘¿Cómo pude haber hecho eso?’. Reconozco que estoy completamente creíble, que era lo más complicado de ese personaje”.

Cuando se le consulta sobre si hay una memoria emotiva a la hora de componer personajes tan siniestros como el de Alicia en Vieja loca, es contundente. “Nada de memoria emotiva. Me estudio el papel, intento entender qué es lo que quiere el director, y voy para adelante. Tengo una rara facilidad para componer los personajes. Lo que si hago es un estudio muy profundo del texto, de cada palabra: ‘Ahora’, ‘voy’, ‘a’, ‘la’, ‘calle’…. ¡Cada palabra! Estudio la letra como en el bachillerato estudiaba lista de los reyes godos (un tópico de la historia de la educación en España). Y luego tengo facilidad para que el personaje me entregue el cuerpo, exactamente como cuando era pequeña y jugaba con mis amigas”.

«¿Cómo pude haber hecho eso?», se preguntó Carmen Maura con respecto a una escena de violación en su película.

-Pero este papel, Carmen… Es aterrador.

-Mirá que hice películas donde me ha tocado matar gente, pero reconozco que una cosa así, nunca (risas).

Violación en la vida real y en la ficción

Sin spoilear demasiado, el personaje de Maura en Vieja loca comete una violación, y aunque la genial actriz ha dicho en otros reportajes que estaba cansada de hablar de lo que le sucedió cuando tenía 30 años, en este contexto amerita traerlo al presente.

Carmen vivía sola en un piso en Madrid donde un día se presentó un fan en su puerta, un soldado armado con una pistola. Ella le abrió y ese hombre la dejó inconsciente con un golpe, y aprovechó para violarla.

-¿En la escena que tenés con Hendler, te aparecieron recuerdos de aquella experiencia tan traumática?

-No me conecto que aquella experiencia, es algo que ya está en el pasado… Soy súper positiva y optimista, y tampoco he tenido ese recuerdo para realizar la escena… Nunca recurro a mis vivencias, sino me volvería loca. Respeto mucho a los directores porque les cuesta mucho poner una película en marcha, entonces hago su película, no hago la mía.

En En «Vieja loca», Carmen Maura es una adulta mayor que padece demencia senil.

-Pero la manera en que interpretás esa violación…

-Nunca había visto en cine una tía violando a un tío. Tampoco en la vida real, pero no es que vaya mirando a cada persona que está follando a ver si es una violación. No sé cómo se lo va a tomar la gente, pero me da igual. El problema ahí lo tuve cuando empecé a oír los gritos y los llantos de mi compañero (Daniel Hendler), que estuvo magnífico. Esa noche tuve pesadillas y no fue porque pensara en lo que me pasó a mí, ni se me ocurrió”.

Desde prostituta a pobre y reina

En Calle Málaga, otra de sus nuevas películas, Maura hace su primer desnudo. Sí, a los 80. Y explica por qué aceptó: “Es que todo ya me da igual. Si me hubieran pedido que me desnudase hace cinco años, hubiese dicho que no. Es una historia de amor y la directora quería eso. El papel es cojonudo y entonces no iba a decir que no… Estaba más preocupado el chico, el actor que hizo la escena conmigo, que yo” (risas).

«Ni loca», dice de volver a enamorarse Carmen Maura. “Me hubiera gustado tener mejor ojo a la hora de elegir hombres”.

Y agrega: “Hasta he hecho de puta (en la película Chatarra, estrenada en 1991). Lo bueno es que tengo lo que muchos llaman ‘cuerpo pobre’… Me pueden disfrazar de cualquier cosa: me ponen una manta y soy pobre; o me visten como cuando hice Ana de Austria, la madre de Luis XIV. Era reina y, de repente, vi a un montón de soldados detrás de mí, que me obedecían…

Me acuerdo de una escena en una plaza de toros inmensa, llena de gente, yo entraba a mi palco y hacía este gesto (mueve la mano) y todos se sentaban. ¡Hay un momento en que te lo creés!”.

Los hombres, su familia y un perfil ermitaño

Carmen Maura transitó dos matrimonios muy complicados: con un abogado con quien tuvo dos hijos y una batalla judicial por ellos, y después otro vínculo en el que se sintió «estafada económicamente». Reconoce: “Me hubiera gustado tener mejor ojo a la hora de elegir hombres”.

Carmen en Carmen en «Calle Málaga», que ganó mejor película en el Festival de Mar del Plata, y ella fue la mejor actriz.

-¿Te permitirías volver a enamorarte?

-No, ni loca.

-¿Por qué?

-Porque no me apetece meter a un señor en casa. Ya estoy bien servida, tuve esas malas relaciones, pero después hubo muchas más. Imaginate en los años ochenta, todo era locura. Hoy en día, el sexo lo puedo fingir como lo hice en esta última película, pero en la vida real… ¡Ni loca!

La familia de Maura está compuesta por sus dos hijos: Pablo (56), informático, y Carmen (58), abogada y economista. También por su nieta, Carla (22). “Tengo una buena relación con ellos, me respetan, me conocen, saben que me gusta mucho estar sola y no pueden venir a mi casa sin avisarme. En cuanto mi hija está tres días en casa, ya me agobio. Yo podría haber sido ermitaña, me encanta la soledad. En nuestro trabajo estás todo el tiempo rodeada de gente, debe ser por eso”.

Pesas, estética y su relación actual con Almodóvar

Maura tiene un departamento en París, aunque últimamente prefiere estar instalada en su casa de Madrid. Comenta que hace pesas para sentirse fuerte durante los rodajes (“No me gusta usar dobles, porque no queda igual de bien”, explica).

Carmen Maura recuerda su época con Pedro Almodóvar.Carmen Maura recuerda su época con Pedro Almodóvar.

Y agrega: “En casa hago todo despacito, porque si te caes, te rompes. A la estética no le doy demasiada importancia. En los rodajes veo que todas las actrices piden un espejo… Yo jamás me miro, y en la vida, muy parecido. Nunca me he hecho ningún estiramiento de nada ni pienso hacerlo. Hace años que no voy a institutos de bellezas. A mí dejame con mis cremitas y limpiezas de cutis caseras”.

-¿Trabajarías de nuevo con Pedro Almodóvar?

-Ya está. No creo que nos apetezca a ninguno de los dos volver a trabajar juntos.

-¿Terminaron mal?

-Mi relación con él fue estupenda. El que yo conocí en Mujeres al borde de un ataque de nervios era otra persona. Cuando empezamos, trabajábamos sin nada y para mí, esas primeras películas que hicimos, fueron la mejor escuela.

La Argentina, el precio de las croissants y su ángel de la guarda

A pesar de los tiempos que hay que respetar para terminar la nota, Carmen Maura se quedaría horas charlando. Lo disfruta y aclara: “A la distancia, a la Argentina siempre la veo con cariño, pero cuando estoy aquí, voy a comprar un par de croissants… y me piden 13 mil pesos. ¡Me parece una locura! No sé cómo podéis vivir así. Al supermercado habrá que llevar un fajo enorme de billetes… Y bueno, pago con tarjeta y ya está. Pero veo que hay mucha gente que la está pasando mal”.

-Muchos te presentan como una leyenda viviente… El propio Wim Wenders dice que sos “la reina del cine europeo”. ¿Alguna vez te pesó tanto prestigio?

-No me gusta mucho ser conocida, cuando decidí ser actriz nunca pensé esto… Así que todo esto lo tomo un poco “en plan separada”… Como que no es cosa mía todo lo que sucede en mi carrera. No me identifico con eso, no le hago mucho caso.

-¿Sentís que dejás un legado para las nuevas generaciones de actores?

-Un sello tengo: soy muy obsesiva con la naturalidad. Pero creo sinceramente que ser actor no tiene nada que ver con ser pintor, músico o escritor. Cuando ven a los actores como si fuéramos genios, yo digo: “¡Buahh!”. Considero que somos artistas, pero vamos, no puedo comparar lo que hago con pintar un maravilloso cuadro, escribir un hermoso libro, ni con dirigir una orquesta.

-¿Serías tan feliz si ya no actuaras?

-Actuar ha sido un regalo de mi ángel de la guarda porque si no, con todo lo que me pasó, podría haberme vuelto loca. Siempre sentí que recibí ayuda: estuve en el sitio justo, en el momento oportuno, como cuando empecé con Almodóvar y todo el mundo me decía que estaba equivocada. Es que nunca me tomé esta profesión con solemnidad. Es solo un juego.

POS

Redacción

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