El Paseo Ameghino se transformó en un escenario de fiesta y tradición, donde miles de salteños y turistas se sumergieron en la magia del carnaval. Desde las 16 hasta las 21, el paseo se llenó de colores, música y danza, ofreciendo un lindo espectáculo.
El Paseo Ameghino se transformó en un escenario de fiesta y tradición, donde miles de salteños y turistas se sumergieron en la magia del carnaval. Desde las 16 hasta las 21, el paseo se llenó de colores, música y danza, ofreciendo un lindo espectáculo.
El encuentro de comparsas fue el plato fuerte de la jornada, con la participación de Los Incas, Los Teucos, Águilas Blancas y Nueva Generación.
Los brujos, con sus trajes elaborados y llenos de significado, se robaron todas las miradas. Sebastián compartió su emoción al ver la reacción del público: «La gente te ve aparecer con el traje y dice ‘wow’. Y más por esta zona, que hay mucho turista, es un impacto para ellos».
Luego destacó la importancia de mantener vivas las tradiciones del carnaval salteño: «Salta y Jujuy son los que mantienen todavía las viejas costumbres, las viejas tradiciones». Además, explicó el significado de su vestuario, elaborado artesanalmente con materiales como masilla, canutos, perlas y cráneos de animales: «Tratamos de hacerlo ecológico, buscamos los símil piel».
La fiesta no se limitó a las comparsas. Más de 100 artesanos y emprendedores locales exhibieron y vendieron sus creaciones, desde artesanías hasta productos gastronómicos. La música en vivo también fue protagonista.
La entrada gratuita permitió que grandes y chicos pudieran disfrutar de este entretenido evento.
Sebastián extendió la invitación a turistas y salteños para futuros eventos: «Que vengan, que apoyen el Carnaval de acá de Salta, que es el más lindo de todos. La van a pasar lindo, es algo distinto, algo único. El Carnaval de Salta se vive, se disfruta y es lo mejor».
Con respecto al traje que utilizó, de un brujo de comparsa, destacó su diseño y elaboración por parte de Sebastián Faría, y luego contó: «Me llevó más de medio año de trabajo y alrededor de 2 millones de pesos». Cada detalle está hecho a mano, desde el pollerín hasta el gorro, con materiales «amigables con el medio ambiente».
Sebastián, integrante de la comparsa Águilas Blancas de Villa Belgrano, se inició como cajero en Los Tonkas, luego fue «gorro mayor», y ahora «brujo».
El Carnaval salteño finalizará este martes en la ciudad con los tradicionales corsos del estadio Martearena, el de barrio Castañares, y el de Chachapoyas, organizado por Carlos Melián.
