Hay prisas por preparar la Navidad. Mataró ya ha comenzado a colgar sus luces navideñas en las calles de la ciudad. Y no es la única localidad en hacerlo. Vigo, León, Santa Cruz de Tenerife, Palma de Mallorca se han sumado a la loca carrera por adelantar la instalación del alumbrado típico de las fiestas de invierno.
El ayuntamiento de la capital del Maresme ha justificado la acción por “cuestiones logísticas” relacionadas con su montaje que, al ser de gran extensión, requiere interrumpir el tráfico. Pero también quiere convertirse, como el resto de ciudades mencionadas, en un “referente” navideño. Una atracción para que el público pasee y consuma en la localidad.
Como sucede con los mercados navideños de Flandes en Europa. La intención publicitaria es la misma que la de Vigo y Badalona, cuyos alcaldes compiten no solo por atraer turistas sino por quién tiene el árbol más grande. El de Vigo alcanzó los 44 metros de altura y se iluminó a mediados de noviembre y no a finales como los demás. El de Badalona, una estructura metálica, llegó a 42,5 metros.
Los operarios trabajan también en agosto en otras ciudades: Vigo, León, Palma de Mallorca o Santa Cruz de Tenerife
“La apuesta en este mandato era situar a Mataró como ciudad navideña”, explicó en rueda de prensa esta semana la concejal de Promoción Turística del ayuntamiento, Heidi Pérez.
La línea de alumbrado alcanza los 13.500 metros y de ella colgarán hasta 2.000 elementos luminosos. Pérez justificó el adelanto a verano por la logística. Las fiestas de Les Santes se realizan en julio, y se puede aprovechar que se retira unas instalaciones para poner otras y evitar, así, cortes de tráfico.
Destacó también que el encendido supondrá un “gran momento”. No es la única acción publicitaria.
Mataró quiere mostrarse al mundo y, por ello, ha colocado dos grandes instalaciones con las letras de su nombre, una en el puerto y otra en el Parc Central, para que los turistas se retraten. “Mataró no quiere sumarse a ninguna competición”, aseguró la concejal.
Pero lo cierto es que el señuelo de las luces se utiliza como atracción turística. Entre las ciudades precursoras está Vigo que lleva ya varios años publicitando la ciudad iluminada y especialmente la espectacularidad del árbol navideño. También el encendido de las luces del árbol de Badalona se ha asentado como un momento de gran expectación, congregando en la plaza President Tarradellas a 50.000 personas.
El pasado 30 de julio, el alcalde Abel Caballero ya dio el pistoletazo de salida para las celebraciones de 2025: “La Navidad de Vigo arranca en julio”.
Casi doce millones de luces LED, según sus datos, iluminarán 460 calles viguesas a partir de noviembre en fecha aún desconocida. “Arrancamos en julio porque montar la Navidad es un proceso complejo”, explicó Caballero.
Habrá 40 calles iluminadas y un árbol cuya altura no desveló “para que otros ayuntamientos no nos copien”, apuntó con sorna. Cabe recordar que estas declaraciones se produjeron antes de la ola de incendios que está asolando la comunidad. León también anunció que los operarios trabajarían en agosto para el cableado de Navidad.
En Palma de Mallorca, se cuestiona hasta qué punto la decoración navideña debe imponerse al paisaje urbano
Santa Cruz de Tenerife ya ha completado los cuadros eléctricos que permitirán la instalación decorativa por las tres grandes avenidas peatonales de la capital (Manuel Hermoso Rojas, Benito Pérez Armas y Príncipes de España). El alcalde, José Manuel Bermúdez, resalta que Santa Cruz “lleva años apostando por una Navidad referente en Canarias y por eso trabajamos con mucha antelación para que todo esté listo en tiempo y forma”.
No esconde el propósito: “la iluminación navideña no solo mejora la estética urbana, sino que también dinamiza el comercio, la hostelería y el turismo”.
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Luis Benvenuty

Las luces navideñas envuelven también, de arriba a abajo, las columnas de la plaza García Orell de Palma de Mallorca desde el mes de julio.
Esta anticipación ha sido criticada por la asociación ARCA, en defensa del patrimonio, y el colectivo de vecinos Flipau amb Pere Garau que señalan que producen “un efecto visual negativo e innecesario”. La plaza de las Columnas, nombre popular del espacio de la columnata diseñada por el arquitecto mallorquín Guillem Forteza en 1934, está catalogada como un bien patrimonial.
Las entidades han cuestionado no solo que se afee la obra durante siete meses (incluidos los dos en que las luces estarán encendidas) sino que significa una “ruptura evidente de la armonía estética del entorno urbano”. Abren así el debate sobre hasta qué punto la decoración navideña debe imponerse antes de tiempo al paisaje urbano.