La civilización humana se caracteriza por sus grandes obras. Una de ellas llegó a ocupar el primer lugar de las construcciones más altas del mundo durante miles de años, prestigio que podría ser envidiado por cualquiera de los países que hoy presumen sus rascacielos.
En esta competencia por alcanzar el récord, una antigua sociedad se destaca con una edificación que alcanzó una altitud sorprendente para la época.
Antes de la Catedral de Colonia en Alemania, el Monumento a Washington, el Empire State y la Torre Eiffel, o los rascacielos de Dubái y el Lakhta Center en San Petersburgo, se hizo esta construcción considerada patrimonio histórico.
Aparte de la altura, el gran valor de la misma reside en su extraordinaria permanencia en el tiempo.
La imponente construcción que lideró el ranking durante miles de años
El edificio más alto del mundo durante 3800 años fue la Gran Pirámide de Guiza, en Egipto, aproximadamente a 10 kilómetros de distancia de El Cairo.
Asimismo, las Pirámides de Guiza son una de las Siete Maravillas del Mundo, y las únicas observables de la antigüedad.

En su momento fueron una de las necrópolis de Menfis, la icónica capital del antiguo Egipto unificado. Dicho sea de paso, esta ciudad fue fundada por Narmer, el primer faraón.
Si bien una es la que se destaca, esta pertenece a un complejo que comparte con otras dos pirámides, construidas cada una por un faraón distinto, siendo la inicial impulsada por Jufu en el 2550 a.C.
La altura de la Gran Pirámide de Guiza
Esta majestuosa obra se terminó luego de 20 años de trabajo y llegó a alcanzar los 147 metros de altura. Para lograrlo, los obreros tuvieron que mover una cantidad de materiales increíblemente pesados.
Se calcula que se utilizaron 2,3 millones de bloques de piedra, los cuales variaban su peso de 2 a 15 toneladas. Una de las grandes preguntas de los egiptólogos es cómo las trasladaron.

La respuesta se encuentra en los trineos de madera, sobre los que transportaron los pesados bloques por el desierto. A pesar de que no podían evitar la fuerza física, utilizaron el ingenio para facilitar el desplazamiento del vehículo.
La gran idea fue humedecer la arena, tirando el agua justa, según físicos de la Fundación para la Investigación Fundamental sobre la Materia y de la Universidad de Amsterdam.
Para aquellos científicos, ese simple método de los antepasados que vivieron 4500 años atrás, ayudó a reducir la mano de obra necesaria.
La histórica edificación que precedió las pirámides
Más antiguo que el trabajo egipcio fueron unas torres de Jericó, en Cisjordania. Este fue uno de los asentamientos habitados más antiguos y lleva consigo un profundo significado religioso, especialmente algunas de sus murallas.
No fue hasta principios de la década de 1950 que se llegó a un increíble hallazgo. La arqueóloga británica Kathleen Kenyon encontró junto a su equipo una torre defensiva circular, fechada entre los años 7000 y 8000 a.C.

Sin embargo, esta no es la misma que según la tradición fue derribada por las trompetas de los israelitas, liderados por Josué. De por sí las fechas ya lo indican, teniendo en cuenta que el personaje bíblico es aproximadamente del año 1200 a.C.
Por otra parte, la torre encontrada medía ocho metros de altura, pero el resultado no dejó de ser sorprendente. Luego de siete campañas de excavación pudieron determinar otros hechos como el año aproximado de origen de la ciudad.
La catedral inglesa que superó a los egipcios
Las pirámides de Guiza fueron destronadas en su altura por la Catedral de Lincoln, en Inglaterra. Ubicadas en una colina de la ciudad con el nombre homónimo, comenzaron a construirse por orden de Guillermo el Conquistador en el siglo XI.
Pero no fue hasta 1311 que este edificio de estilo gótico terminó por obtener el tituló mundial del más alto gracias a sus 160 metros, ayudados por la colocación de un chapitel de aguja.

El honor -que llegó a mantener durante 200 años– lo perdió luego de que la aguja de su torre principal se derribara ante una tormenta. Desde entonces preserva su altura actual de 83 metros.
Por qué los faraones quisieron construir pirámides
En base a fuertes creencias, los mandamases egipcios utilizaron estos complejos para la protección de sus cuerpos momificados. De esta manera, una vez muertos, pasarían a convertirse en dioses.
Ya en el otro mundo, los cuerpos de los gobernantes absolutos descansarían en el interior de las pirámides, donde dejarían protegidas sus pertenencias para la nueva etapa.
Además de objetos, su fe estaba plasmada en las paredes de las tumbas, decoradas con escenas de la vida en aquel entonces.

Pero no todo se trataba de ellos. Con el mismo fervor alababan a los dioses ya existentes. Así es como erigieron templos, no para que las personas fueran a rezar, sino como residencia del propio dios.
A propósito de esto, fue muy valioso el santuario a Amón, en Karnak, donde realizaron una extensa lista de rituales, entre ellos la «purificación» del espacio.
Los verdaderos constructores de las pirámides
A diferencia de la creencia popular, las pirámides de Egipto no fueron construidas por esclavos. Al contrario, los constructores fueron trabajadores egipcios libres, quienes recibían una remuneración -en cereales, los cuales servían para el trueque y el pago de impuestos-, y hasta asistencia médica.
Otro de los mitos son los látigos con los que eran torturados. Esta imagen la inició Heródoto, un historiador griego que visitó aquellas tierras en el siglo V a.C.
Al ver semejantes monumentos, el también geógrafo pensó que la única forma en que pudieron haber sido hechas fue por la orden de un tirano que tenía a su pueblo esclavizado.

La tradición judeocristiana esparció la idea de que hubo esclavos judíos que las construyeron, idea luego popularizada en tiempos modernos por películas de Hollywood.
En cambio, los trabajadores vivían en la «Ciudad Perdida», detallada por el arqueólogo Mark Lehner. En sus investigaciones de 1988, el equipo de excavadores descubrió allí la panadería más antigua del país, con restos de espigas de trigo, y branquias de pescado.
De esta manera se demostró que estaban bien alimentados para su duro trabajo. Por otro lado, si bien la esclavitud existió, estaba reservada mas bien a los trabajos domésticos.
En conclusión, ¿estas obras serán una muestra de lo que el ser humano convencido puede llegar a hacer? Un comportamiento que a veces parece «extraterrestre», pero que cuando aparece deja marcas importantes.