De Barcelona a Marruecos y a China. Son las rutas de los móviles robados en la capital catalana que las redes criminales envían a estos países para venderlos en el mercado negro. Tras meses de investigación, los Mossos d’Esquadra anunciaron hoy que lograron desarticular diferentes estructuras de grupos criminales que controlaban en la ciudad una parte de este mercado ilícito.
La investigación arrancó a principios del año pasado a raíz de diferentes denuncias de personas que le habían robado el móvil y los habían geolocalizado en distintas direcciones del barrio del Raval. Esta investigación culminó con el despliegue de un macrodispositivo la semana pasada que se saldó con una veintena de detenidos tras once registros en varios pisos y establecimientos comerciales en Barcelona.

Momento de la rueda de prensa en la que se ha explicado el golpe policial al mercado negro de móviles robados en Barcelona
Gorka Urresola / Propias
Además, la policía recuperó 1.022 smartphones robados que podrían alcanzar los 400.000 euros en el mercado negro. También intervinieron 74 ordenadores, 32 tablets, 15 datáfonos y 43.000 euros en efectivo. ”Esta operación es el golpe más importante que los Mossos d’Esquadra han realizado en Catalunya respecto a la receptación de telefonía móvil”, destacó ayer Lisard Hidalgo, el inspector jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona.
Esta red criminal operaba en pisos ubicados en el Raval, desde donde compraba el material sustraído a delincuentes habituales que actuaban en el centro de Barcelona. Los móviles robados no solo procedían de la capital catalana sino de diferentes zonas de Catalunya, como de una discoteca de Sitges o un festival de música de Montmeló. Incluso hay algunos dispositivos fuera del territorio catalán, arrebatados durante la feria de abril de Sevilla o en un festival musical en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. Pero la cosa no se acaba ahí. La policía localizó teléfonos que fueron sustraídos en el extranjero, concretamente en Lisboa y Milán.
Los ladrones actuaban tanto en la calle, como en las estaciones de metro, en las terrazas de los bares, en discotecas o en comercios. La mayoría correspondieron a hurtos aunque también hay algunos casos de robos con violencia e intimidación.
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Los propietarios de estos dispositivos eran dobles víctimas. Además de quedarse sin su terminal, recibían un mensaje fraudulento bajo una “apariencia legítima” en el que les solicitaban los credenciales de acceso al móvil para poder recuperarlo. Una vez proporcionada esta información por la víctima, los delincuentes desbloqueaban el smartphone y podían obtener datos sensibles registrados en el terminal como las tarjetas bancarias.
A partir de ahí realizaban compras por la zona en pequeñas tiendas, principalmente supermercados, fruterías y carnicerías, que actuaban en connivencia con los delincuentes. Hasta el momento, la policía ha acreditado una estafa por valor de unos 25.000 euros. De forma paralela, los agentes identificaron un grupo de ciberdelincuentes, formado por tres personas afincadas en Sabadell, que proporcionaba a los receptadores el software ilegal para generar los mensaje fraudulentos.
Una vez que los criminales ya no podían realizar estafas con los móviles les daba dos salidas. Una de ellas era trasladarlos a Marruecos por carretera para venderlo en el mercado negro. Si el terminal quedaba bloqueado, los enviaban a través de paquetería a Asia, sobre todo a China, donde los investigadores sospechan que allí acababan en fábricas para usar sus piezas o reacondicionarlo para regresar al mercado.
Apartado web para localizar el móvil robado
De los 1.022 móviles recuperados por la policía, por el momento han identificado a 171 propietarios a través de las denuncias. De hecho, algunos de los dueños de estos dispositivos habían acudido a la comisaría de los Mossos en Les Corts porque el geolocalizador indicaba este emplazamiento.
Para el resto de los aparatos, los agentes tratan de identificar al propietario y si no es posible se pondrán en contacto con las compañías de telefonía. Además, los Mossos habilitarán en las próximas semanas un apartado en su web para facilitar al dueño la localización e identificación de su dispositivo.
Para el resto de los dispositivos, los agentes tratan de identificar al propietario y si no es posible se pondrán en contacto con las operadoras. Además, los Mossos tienen previsto habilitar en las próximas semanas un apartado en su web para facilitar al dueño la localización e identificación de su dispositivo.
La investigación, enmarcada dentro del plan Kanpia contra la multirreincidencia, la lideró la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos con la Unidad de Investigación de Ciutat Vella y del área regional de investigación de Barcelona. Según datos policiales, una media de 155 móviles al día fueron sustraídos en Catalunya en el primer semestre de este año y se detuvieron a 1.180 personas durante este tiempo, casi la mitad en Barcelona.