Entre 129 candidatas, la representante originaria de San Cristóbal, departamento de Totonicapán, con apenas 19 años, logró brillar ante el exigente jurado por su dominio de la lengua materna, traje regional, costumbres, cosmovisión, virtudes personales y liderazgo.
“Mi corazón se llena de alegría y felicidad por haber obtenido este importante cargo”, subrayó la seleccionada en el evento de Cobán, cabecera de Alta Verapaz, en declaraciones citadas por el Ministerio de Cultura y Deportes.
Sé que no se trata solo de portar una corona, sino de asumir una gran responsabilidad, ya que este título representa a las mujeres indígenas y a nuestros pueblos originarios, remarcó Chan.
En entrevista con la Municipalidad de Cobán, consideró un verdadero gusto enaltecer el nombre de San Cristóbal Totonicapán, pues –recalcó- es la segunda corona para ese municipio.
Después de la elección finalizada en la madrugada de la víspera, las participantes e invitados celebraron el resultado y luego los organizadores realizaron una misa solemne en honor a la nueva Rab’in Ajaw.
Este Festival, considerado uno de los más representativos de la identidad de los pueblos originarios de Guatemala, promueve la preservación de saberes ancestrales, costumbres y valores propios de las comunidades indígenas.
Aparte de la belleza, las concursantes deben demostrar dominio sobre la contaminación ambiental, las prácticas y la sabiduría originaria de sus comunidades, así como sobre la transculturación en el uso del traje maya femenino.
La corona y otros enseres de la Reina Indígena se entregarán en una ceremonia oficial en el municipio natal de la ganadora, ante la presencia del alcalde y autoridades locales, en fecha aún por precisar.
El Ministerio de Cultura y Deportes declaró en 2010 esta tradición Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, en reconocimiento a su valor dentro de la sociedad guatemalteca.
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