“Charly García & Sting. October 2025”. El lunes 22 de septiembre de 2025, el rumor dejó de ser rumor: Charly García (73) y Sting (73) confirmaron que estaban trabajando juntos. Bajo un halo de misterio que les sienta tan bien como lo analógico, los contraluces y las eternas sobremesas con bebidas espirituosas (aunque el segundo prefiera y produzca un aperitivo de baja graduación), ambos músicos publicaron simultáneamente el adelanto de In The City -una colaboración con la que las leyendas parecen hacerle un corte de manga al paradigma actual- y revelaron que su estreno será el 9 de octubre.
Y lo hicieron a su estilo, con una estética cuidada y espíritu old school. En las redes sociales se mostraron recorriendo ciudades (Charly por Buenos Aires, Sting por Nueva York) mientras suenan los primeros acordes del tema. En el video del adelanto, Carlos García Moreno se funde con la ciudad de la furia a través de las ventanillas de un antiguo taxi Siam Di Tella, ícono porteño de los sesenta. Gordon Matthew Thomas Sumner, a su vez, recorre la Gran Manzana y sus luces parpadeantes, acaso uniendo Buenos Aires con un imaginario global.
Se trata de una nueva versión de In the City That Never Sleeps, tema incluido en Kill Gill (2010), uno de los discos más personales de Charly. Esta reedición no solo cuenta con la participación de Sting, sino también con la presencia clave de Dominic Miller, guitarrista y mano derecha del ex The Police.
Más allá de la estética de film noir en un video bajo la lente de Belén Asad y de un anuncio global con reglas propias en épocas de Bad Bunny, lo que late detrás de In The City es un puente entre mundos y, acaso, una invitación a que las generaciones actuales cuestionen lo que les venden (desde el algoritmo y las métricas a las visualizaciones pagas) y eligen.
El equipo de SNM señaló que tanto Charly como Sting participaron activamente en la definición estética del teaser, buscando transmitir un «cruce auténtico entre sus universos». El lanzamiento estará disponible tanto en plataformas digitales como en formato “vinilo simple” (con el mismo tema en ambas caras).
El videoclip completo, cuyo estreno está previsto junto con la canción, tendrá un concepto cinematográfico y profundizará en «la narrativa tan intimista como cosmopolita» planteada en el adelanto.

Cómo se gestó el proyecto en las ciudades que nunca duermen y todo lo que charlaron en camarines
Aunque para el público el anuncio fue sorpresivo, el vínculo entre Charly y Sting llevaba meses cocinándose. El primer indicio surgió en febrero de 2025, cuando ambos se encontraron en el camarín de Sting tras su show en el Movistar Arena. Allí, García le regaló una de las siete mil unidades en vinilo numeradas de La lógica del escorpión.
Ese gesto íntimo fue el puntapié de una serie de charlas que derivaron en la idea de trabajar juntos. Pero quien realmente los mantuvo conectados es el músico argentino Dominic Miller, guitarrista de Sting durante buena parte de su carrera solista.

Claro que el historial de Charly y Sting viene de larga data. La relación entre ambos músicos se remonta a 1988, cuando compartieron escenario en el estadio River Plate. Fue durante la gira Human Rights Now! organizada por Amnistía Internacional por todo el mundo para conmemorar los 40 años de su contribución en la defensa de los derechos humanos. En aquella ocasión, Sting encabezaba un tour global con figuras como Peter Gabriel y Bruce Springsteen, mientras que Charly representaba a América Latina.
Tras el show de Sting en febrero pasado, compartieron una recordada cena que selló su vínculo. En esa comida también estuvieron presentes desde el baterista Chris Maas y el productor Diego Filkenstein a Alejandro Lerner, otro gran amigo de Dominic Miller. Así lo cuenta el autor de Volver empezar en diálogo con GENTE: «Mi amistad con Dominic surge hace más de 20 años, en una invitación a componer al castillo del que era el manager histórico de Sting, Miles Copland«.

«Desde ese momento lo conocí a Dominic y nuestra amistad siguió hasta el día de hoy, y eso hizo que compartiéramos muchos encuentros con Sting», suma Lerner, que hasta estuvo presente en el casamiento del guitarrista del exPolice en Francia, donde Sting cantó el Ave María. Acerca de su encuentro con Charly en febrero pasado, recuerda en diálogo con este medio: «Como siempre lo abracé, le di un beso en la frente, le hice unas reverencias y Sting me dice: ‘A mí también me tenés que hacer’. Entonces le hice la reverencia porque se puso celoso y ahí empezó un momento de mucha cordialidad«.
La charla de Lerner esa noche con Charly recorrió además, «recuerdos de cuando fueron juntos a ver a Deep Purple«. Algunos girones de conversaciones rescatadas en un encuentro de artistas «que se reúnen para agasajar a un artista extranjero al que todos admiramos y queremos». Expectante acerca de la salida del tema, Lerner sentencia: «Espero con ilusión que salga la canción y que la podamos aplaudir porque para mí y para muchos millones de personas Charly es un gran referente de talento y creatividad y siempre le deseamos lo mejor».

Un vínculo cargado de respeto que quedó inmortalizado
Casi 37 años después del show de Amnesty, la colaboración llega como un hito artístico que combina legado y actualidad. El encuentro de febrero de este año fue apenas el último capítulo público de una relación que, aunque intermitente, nunca se perdió del todo. Ahora, el trabajo que hoy los une es más que el mero hecho de ser una canción, termina siendo un verdadero símbolo de amistad y, a la par, de cómo las leyendas trascienden y se reinventan en épocas digitales.

Según cuentan insiders del ex Serú las grabaciones tuvieron lugar en Buenos Aires y Nueva York, bajo una logística que combinó sesiones presenciales con intercambios virtuales. Lo que se sabe hasta ahora es que la canción mezclada por el joven Matías Sznaider tendrá una producción sobria, con arreglos de Miller y la participación directa de Charly en teclados y voces. Y que Sting grabó sus partes en Nueva York, mientras que García se concentró en Buenos Aires, asistido por su círculo más cercano.
El concepto fue claro desde el principio: tomar la base de In the City That Never Sleeps y convertirla en un tema renovado, con dos voces de peso dialogando sobre un mismo paisaje urbano. Lo que aún no se definió es si este lanzamiento será un hecho aislado o será el comienzo de nuevas colaboraciones. Por el momento, las fuentes consultadas hablan de “un regalo especial para los fans”, aunque no descartan sorpresas a futuro.

La lógica creativa de Charly y su emoción al colaborar con Sting
Si bien Charly no pensaba hacer inicialmente hacer una colaboración de ese calibre, admitió que el resultado está ahora más allá de cualquier predicción. Y que la presencia vocal de Sting le imprime una dimensión casi mística. Además de que la voz del ex Police le dio otra textura, el tema mismo se enriqueció exponencialmente al ser compartido con alguien de ese peso artístico. «Espero que la gente lo disfrute como nosotros disfrutamos haciéndolo”, celebró García desde la tapa de Rolling Stone».

Cuentan que el astro local siempre fue un gran admirador de la forma de componer de Sting y que el tema le pareció perfecto para su voz. Las sesiones a distancia requirieron la sintonía perfecta, que lograron luego de ajustes técnicos, discusiones artísticas y momentos de duda, como cualquier ida y vuelta. Por supuesto que también después de regrabaciones para conseguir el delicado equilibrio que hizo que sus voces lograran ensamblarse en un diálogo bajo la misma frecuencia. Tal como contó Charly, las intensas jornadas le permitieron, según él, redescubrir las posibilidades de su música y repensarla en clave colaborativa.

El apoyo de Sting también puso en valor el genio creativo de Charly. La valoración de otra leyenda, cuenta su entorno, fue clave para el impulso de seguir creando, mientras que a la vez dejó en claro que el hecho de que dos gigantes como ellos lograran unirse de este modo no implicaba la renuncia de la identidad de ninguno.

Los secretos de grabación de La lógica del escorpión
Hace un poco más de un año (exactamente el 11 de septiembre de 2024, el Día del Maestro) Charly lanzaba el sucesor de Random (2017), bautizado La lógica del escorpión. Como destácabamos en ese momento, se trataba de un álbum el que el astro habló de la lucha entre razón e instinto, y esgrimió su visión sobre la era digital en la que vivimos –a la que se le impone con arte y haciendo que las redes le aten los cordones, como tanto le gusta decir a él–.
El trabajo incluyó canciones inéditas (como el primer single, Rompela), nuevas versiones de temas propios y de clásicos, y colaboraciones de ilustres colegas: Fito Páez (Rock and Roll Star), David Lebón (El club de los 27 y La Medicina n°9), y Pedro Aznar (América), más la voz del recordado Spinetta, que Charly conservaba en un viejo casette (La Pelicana y el Androide).

A continuación, los detalles de color de la grabación del SNM que te contábamos en septiembre del año pasado.
- A muchos de los instrumentos los llamó cariñosamente con apodos, un detalle muy único que “humanizó” su relación con guitarras y teclados.
- Charly grabó algunos de los temas con la “guitarra química”, un obsequio que le hicieron Nacho Gardonio y Sebastián Lista y que Carca probó especialmente “para darle el visto bueno antes de su uso”.
- Como todo buen escorpión, además de ser gran protector de los suyos, mantuvo intacta su capacidad para leer las intenciones en el estudio, con conexiones casi telepáticas, como nos contó Pedro Aznar.
- En las paredes del estudio Happy Together (Caballito), en el que grabaron durante un año, le leía “Charly no quiere que se filtre nada”.
- “La decisión absoluta de cómo se escucha cada tema, que con auriculares pasa caprichosamente de un canal al otro, es total capricho de Charly”, nos contó el team SNM.
- Dueño de todas sus decisiones sonoras como productor, suele decirle a sus músicos que “finalmente la tecnología no lo alcanzó” (y no debió ser al revés). Algo que está volcado en la arquitectura a lo Charly: las voces se destacan especialmente por su crudeza.

La referencia cinematográfica del marco conceptual
La lógica… está lleno de guiños a su legado musical y a filmes como Mr Arkadin (1995). Al igual que la película, bucea las complejidades del comportamiento humano y la naturaleza a menudo destructiva de nuestros impulsos. En una escena de la película, Arkadin expone la fábula de la rana y el escorpión, un relato que resuena en García en medio del confinamiento por la pandemia en 2020.
El escorpión, incapaz de ir en contra de su instinto, pica a la rana que lo está ayudando a cruzar el río, condenándolos a ambos. De manera similar, el álbum de Charly explora la lucha entre el instinto y la razón, el destino y la elección personal, utilizando la fábula como un marco conceptual.

Fotos: gentileza equipo SNM, Nora Lezano, Guido Adler, DF, Archivo Atlántida y redes
Agradecemos a Guillermo Tato Vega, Jimena Arce y Mecha Iñigo