La herramienta de inteligencia artificial ChatGPT, una de las más utilizadas del mundo, sufrió este martes una caída global que afectó a millones de usuarios. El colapso, que comenzó cerca del mediodía en varios países, dejó sin servicio a personas que dependen de la plataforma para estudiar, trabajar y resolver tareas cotidianas.
La falla afectó tanto a la versión web como a las aplicaciones móviles. Usuarios reportaron que no podían iniciar sesión, que las conversaciones no cargaban o que directamente aparecía una pantalla en blanco. La interrupción fue confirmada por OpenAI a través de su portal oficial, aunque no se dieron detalles sobre el motivo exacto.
Sitios de monitoreo como Downdetector registraron un aumento abrupto en los reportes de error desde países como Argentina, España, Estados Unidos, India, Brasil y Reino Unido. El 92% de los reclamos estuvieron relacionados con el acceso vía navegador, y el resto con las apps móviles.
“Se cayó justo cuando estaba terminando una presentación para la facultad”, escribió un usuario en X (ex Twitter). “ChatGPT, ¿cómo me vas a hacer esto?”, ironizó otro. Los memes y las bromas no tardaron en aparecer, con miles de usuarios compartiendo capturas de errores o su desesperación al no poder usar la IA.
Minutos después del colapso, OpenAI confirmó la falla y explicó que su equipo técnico estaba trabajando para identificar y solucionar el problema. “Somos conscientes de los errores que están afectando a los usuarios de ChatGPT y ya estamos investigando”, indicaron desde la compañía.
Hasta el momento, no se confirmó si el error estuvo relacionado con una actualización del sistema, un exceso de tráfico o un ataque informático. Tampoco se ofreció un plazo estimado para el restablecimiento total del servicio.
El incidente volvió a poner en evidencia la enorme dependencia que existe sobre los sistemas de inteligencia artificial. En pocos años, ChatGPT se convirtió en una herramienta clave para estudiantes, profesionales, programadores y creadores de contenido.
“Esto demuestra que deberíamos tener un plan B”, opinó un docente universitario que usa ChatGPT para generar materiales de estudio. Muchos usuarios aprovecharon el momento para explorar alternativas como Gemini, Copilot o Claude, aunque ninguna alcanza por ahora el nivel de integración que ofrece el producto de OpenAI.
