Los afiches del «Tío Sam», símbolo histórico del patriotismo de Estados Unidos, se utilizaban para convencer a los soldados para alistarse en las fuerzas armadas durante conflictos bélicos. De esa idea, una de sus últimas ejerciendo como ministra de Seguridad, se agarró Patricia Bullrich para promocionar la carrera de investigador en la Policía Federal Argentina.
La futura jefa del bloque de la Libertad Avanza en el Senado subió a X un posteo de un afiche emulando a aquel hombre viejo, de larga y blanca barba, que lleva un sombrero alto y que apunta con su dedo índice a quien lo mira. A diferencia de los colores norteamericanos, el dibujo de la funcionaria tiene como fondo la bandera argentina.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 7, 2025
«¿Querés ser detective? Te buscamos. Nueva Carrera de Investigador del Delito para Profesionales del @DFI_Arg de la PFA», son las palabras que acompañan al póster en la publicación de este viernes. La carrera en cuestión está orientada a investigaciones de crimen organizado y delitos complejos, con un enfoque comparable al del FBI de Estados Unidos.
El anuncio tuvo otra perlita: en Instagram publicó un reel en el que se la ve hablando a cámara y realizando la misma convocatoria. «Che, aspirante de Sherlock, ¿querés ser detective y combatir el crimen organizado?», dice el mensaje que acompaña al video, que incluso muestra una foto del actor Benedict Cumberbatch personificando al detective en la serie de Netflix.
Según la PFA, la carrera «abre una nueva etapa dentro de la institución» y está pensada para «jóvenes graduados con vocación para enfrentar el crimen organizado». Incluye nueve meses de formación intensiva en investigación criminal, tecnología y práctica policial, y finaliza con el ingreso al rango de Subinspector.
La inscripción comenzará en diciembre de 2025. Los requisitos para inscribirse son: ser ciudadano argentino, graduado universitario, tener hasta 40 años, poseer antecedentes personales intachables y superar las evaluaciones psicológicas, médicas y de aptitud física.
Quién fue el «Tío Sam» y por qué se convirtió en símbolo de EE.UU.
Hace 61 años, en Washington, el Congreso lo proclamó “representante del símbolo nacional de Estados Unidos”. Es un hombre viejo, de larga y blanca barba, vestido con los colores de su país, que lleva un sombrero alto y que apunta con su dedo a quien lo mira.
Debajo de su figura destaca una gran frase: “I want You for the US Army” (“Te quiero a ti para el Ejército de los Estados Unidos”). Sí, este cartel de reclutamiento, utilizado en ambas guerras mundiales, es el más famoso del mundo.
El Tío Sam (Uncle Sam, en inglés) existió en realidad. Su nombre era Samuel Wilson, un carnicero de Troy (Nueva York), que había participado de la guerra de independencia y que, entre 1812 y 1815, abasteció de alimentos al ejército. En esos años, el país luchaba, nuevamente, con el Reino Unido.
En cierta ocasión, el gobernador de Nueva York, Daniel Tompkins, visitó la fábrica de Wilson y observó que los barriles de carne llevaban las iniciales “US”, que también identifican a United States. En broma, le contestaron que “US” refería a Uncle Sam (Tío Sam).
Con los años, Wilson comenzó a ser conocido en todo el país como el Tío Sam y como un prototipo del estadounidense modelo. Además, como las iniciales de su apodo coincidían con las del país, alimentaba el patriotismo.
Casi medio siglo después de la muerte del verdadero Tío Sam, el dibujante James Montgomery Flagg, uno de los ilustradores mejor pagados del país, lo inmortalizó en el famoso afiche de reclutamiento.
Montgomery se basó en su propio rostro, aunque lo pintó más viejo y le agregó una larga barba. También se inspiró en un afiche similar en el que aparecía el secretario de Guerra británico Herbert Kitchener, realizado en 1914.
Unos cuatro millones de copias del afiche del Tío Sam fueron distribuidas por todo el país entre 1917 y 1918, luego de que Estados Unidos le declarara la guerra a Alemania. El éxito fue tan grande que el gobierno encargó una nueva versión durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, las versiones del Tío Sam son casi infinitas. Además de aparecer en campañas políticas, fue protagonista de cómics y dibujos animados, motivo de disfraces y hasta puede convertirse en Papá Noel o en una sexy dama que dice “I want You” (“Te quiero a ti”).





