Las multinacionales Chevron y Shell confirmaron su ingreso como accionistas de la empresa Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), que lleva adelante la construcción de un oleoducto de 430 kilómetros entre Neuquén y Río Negro.
Las petroleras Chevron y Shell sellaron su participación en la empresa Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), el consorcio liderado por YPF que está construyendo un oleoducto de 430 kilómetros para optimizar el transporte y la exportación de petróleo desde Vaca Muerta. La obra, que demandará una inversión total de USD 2.500 millones, permitirá aumentar significativamente la capacidad de exportación de crudo argentino.
La incorporación de estas multinacionales fortalece el financiamiento del proyecto, que ya cuenta con un préstamo sindicado inicial de cinco bancos internacionales por USD 1.700 millones. El resto de la inversión será aportado por las empresas involucradas. Además, VMOS espera la aprobación del Gobierno para acceder a los beneficios del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
La construcción del oleoducto, que comenzó en enero de 2025, avanza con movimientos de suelo y entrega de tuberías. Se espera que entre en operación en el segundo semestre de 2027, con una capacidad inicial de transporte de 550.000 barriles diarios, ampliable hasta 700.000 barriles en el futuro. Este desarrollo es clave para consolidar a YPF como el mayor productor de shale oil en la región y aumentar las exportaciones argentinas de petróleo a más de USD 20.000 millones anuales.
La obra también contempla la construcción de una terminal marítima en Punta Colorada, Río Negro, conectada a un ducto submarino para optimizar la carga de buques de gran capacidad (VLCC), mejorando la competitividad del crudo argentino en el mercado internacional, especialmente en Asia.
El impacto económico y estratégico del oleoducto trasciende el sector energético, generando empleo y crecimiento en las provincias productoras como Neuquén y Río Negro. Un informe de PwC proyecta que Argentina podría alcanzar un superávit energético de USD 30.000 millones para 2030, consolidando a Vaca Muerta como un motor clave de la economía nacional.
