Chile comparte su experiencia para filmar en locaciones remotas

Este miércoles, en el marco de Ventana Sur, el Palacio Libertad fue escenario de un encuentro pensado para inspirar, conectar y abrir nuevas posibilidades de producción audiovisual en la región.

Fotos: ProChile (PH: Margarita Loyola)

Bajo el título “Filmar en locaciones remotas en un país lejano: casos de éxito desde Chile”, referentes de la industria chilena compartieron aprendizajes, desafíos y estrategias construidas desde rodajes de alta complejidad en escenarios naturales únicos. 

La jornada comenzó con una bienvenida de Constanza Alegría, de ProChile, quien presentó el espíritu del encuentro y a la delegación chilena invitada: profesionales con amplia trayectoria en gestión de locaciones, producción y acompañamiento institucional.

El primer bloque estuvo a cargo de Yerko Martínez, de Film Commission Chile, quien ofreció un panorama integral sobre el contexto del país, la solidez de su marco institucional y la diversidad de locaciones que lo han posicionado como un destino atractivo para producciones internacionales.

Consultado sobre la propuesta de valor actual de Chile para proyectos que buscan locaciones remotas o de alta complejidad, Martínez destacó: “Chile ofrece una diversidad geográfica única, concentrada en distancias cortas: desierto, nieve, cordillera, bosques, lagos, glaciares, carreteras y ciudades modernas. Todo en un mismo país y con alta estabilidad climática. A eso se suma infraestructura confiable, crews altamente capacitados y un ecosistema acostumbrado a trabajar en condiciones extremas. Para proyectos que necesitan locaciones desafiantes pero con seguridad operativa, Chile es hoy uno de los destinos más sólidos del hemisferio sur”.

Respecto al rol de la Film Commission en el acompañamiento a equipos extranjeros, subrayó que funciona como una verdadera ventanilla única para variadas tareas: desde el asesoramiento temprano sobre permisos, logística y rutas posibles, pasando por la coordinación interinstitucional con organismos públicos, la articulación con productoras locales y soporte durante el rodaje para agilizar trámites y destrabar procesos. “Nuestro trabajo es que los equipos no pierdan tiempo y puedan concentrarse en filmar”, sintetizó.

Finalmente, sobre por qué Chile se está consolidando como destino competitivo, señaló: “Combina locaciones únicas, profesionales de primer nivel y un Estado que está ordenando su oferta, con incentivos, gobernanza y una Film Commission activa. En un contexto donde los estudios buscan destinos seguros y eficientes, Chile aparece como un ‘país boutique’ para producir”.

El segundo bloque estuvo a cargo de Fernando Venegas (Tirol / CAIA / Fundación Mágica), impulsor del reconocido Pueblito Weltun en Chiloé. Su exposición recuperó la historia y el valor singular de una locación donde la identidad y la comunidad están profundamente integradas al proceso audiovisual.

Venegas definió al Pueblito como “la única expresión viva de recreación de un villorrio chilote premoderno. Sus palafitos y fogones se mantienen en condiciones idénticas a las originales, sin alteraciones ni ornamentaciones. Son testimonios vernaculares que no parecen escenografía, sino un lugar real”.

En términos logísticos, destacó que el sitio combina autenticidad con infraestructura funcional: “responde muy bien a las exigencias de verosimilitud y también a requisitos sanitarios y operativos: baños, espacios para catering, estacionamientos y áreas para producción, sin intervenir el set”.

La relación con la comunidad fue otro punto clave en la charla: “La identidad territorial y la comunidad han participado activamente en cada rodaje. Chiloé cuenta con técnicos profesionales, productoras locales y oficinas públicas que apoyan las filmaciones. Hay una cultura audiovisual instalada que facilita acuerdos y acceso a recursos”.

Y sobre el valor final del Pueblito para producciones internacionales, Venegas concluyó: “Ofrece una oportunidad única para conseguir espacios auténticos que den credibilidad a relatos situados en la vida ancestral chilota y la gran Patagonia. No tiene parangón en ninguna parte de la isla ni del extremo sur de Chile, y posiblemente tampoco en Argentina”.

El encuentro continuó con la presentación de Alejandro Wise, productor de Fábula, quien compartió el caso del rodaje Wild Horse Nine, desarrollado en locaciones desafiantes del territorio chileno —entre ellas, Rapa Nui (Isla de Pascua)— y que puso a prueba logística, metodología y sensibilidad territorial.

Sobre la experiencia de filmar en Rapa Nui, Wise señaló: “Rapa Nui no es solo una locación: es un territorio vivo, con reglas propias y una comunidad profundamente conectada con su cultura. Tuvimos que replantear procesos que en el continente damos por evidentes. Lo clave fue construir confianza antes de filmar, reunirnos con Mau Henua (Comunidad Indígena Rapa Nui, administradora del Parque Nacional Rapa Nui), CODEIPA (Comisión de Desarrollo y Participación Indígena) y la comunidad. La transparencia fue una herramienta cinematográfica”.

También resaltó la importancia de equipos pequeños y ágiles: “En un lugar donde la geografía y el clima te exigen, la agilidad marca la diferencia”.

Respecto al trabajo con equipos internacionales, Wise sostuvo: “Nuestra experiencia local, especialmente en territorios extremos, se integró con los estándares de equipos extranjeros. Esa mezcla genera un lenguaje común. La claridad, la anticipación logística y la toma de decisiones compartidas fueron esenciales”.

Sobre las ventajas actuales de filmar en Chile, destacó la combinación de diversidad geográfica, capacidad técnica y estabilidad institucional: “Podés filmar desierto, nieve, bosques, volcanes, ciudades y territorios aislados sin salir del país. Y Chile se consolidó como un territorio confiable para producciones globales”.

Para que una producción internacional se sienta acompañada, Wise subrayó tres factores esenciales: transparencia en procesos y costos, equipos sólidos y respetuosos, con experiencia intercultural y planificación flexible para adaptarse a geografías extremas.

“Cuando una producción siente que hay un socio local que entiende el territorio y protege el proyecto, aparece la confianza. Y con confianza, todo fluye”, señaló. 

La jornada cerró con unas palabras del anfitrión, quien celebró la participación de la delegación chilena y destacó la importancia de seguir tejiendo alianzas entre productoras, territorios y nuevas narrativas.