Las «Dos Sesiones» de China, conocidas en mandarín como «Lianghui», es un evento político de gran relevancia que se celebra anualmente en Beijing. Este año, las sesiones están programadas para el 4 y 5 de marzo.
Las «Dos Sesiones» se refieren a las reuniones anuales de dos órganos políticos clave en China. Por un lado, la Asamblea Popular Nacional (APN) que es el máximo órgano legislativo de China con sus diputados que se reúnen para deliberar y aprobar leyes, así como para revisar y aprobar los planes económicos y sociales del país.
Y por otro lado, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) que actúa como un órgano asesor político compuesto por representantes de diversos sectores de la sociedad china. Aunque no tiene poder legislativo, sus miembros ofrecen recomendaciones y asesorías sobre asuntos políticos, económicos y sociales.
Este acontecimiento anual reúne a miles de delegados de la Asamblea Popular Nacional (APN) y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), constituyendo un pilar fundamental en el calendario político del país.
Durante estas sesiones, se discuten las prioridades políticas y económicas de China para el año en curso. El evento central es la presentación del informe sobre la labor del Gobierno, que establece las metas nacionales y las directrices políticas.
El concepto de «democracia circular» que China impulsa se presenta como un sistema de gobernanza que enfatiza la estabilidad, el consenso y la eficacia en la toma de decisiones. A diferencia de los sistemas democráticos liberales, caracterizados por elecciones multipartidistas, en China el Partido Comunista (PCCh) ocupa un papel central, aunque integra procesos de consulta y retroalimentación con diversos sectores de la sociedad.
Este enfoque busca minimizar la polarización política y asegurar que las políticas públicas se ejecuten de manera eficiente y sin enfrentamientos internos. Para China, este modelo no solo representa una forma de gobernar, sino también una estrategia esencial para mantener la cohesión y el orden en un país con más de 1.400 millones de habitantes.
La estabilidad es considerada un pilar fundamental, y la democracia circular se presenta como un mecanismo para alcanzar decisiones consensuadas que prevengan crisis políticas y promuevan el desarrollo sostenible.
Para entender la relevancia de las Dos Sesiones de 2025, es crucial analizar el contexto en el que se desarrollan. Es que China enfrenta varios desafíos. Uno de ellos es la desaceleración económica: tras décadas de crecimiento explosivo en la región, la economía china enfrenta presiones internas (endeudamiento, envejecimiento poblacional) y externas (tensiones comerciales, desglobalización).
A su vez, tienen desafíos de índole social que preocupan a su población como la desigualdad y la contaminación ambiental, entre otras.
En este escenario, las Dos Sesiones de 2025 no solo buscan abordar estos desafíos, sino también proyectar una imagen de estabilidad y fortaleza ante el mundo.
Cabe aclarar que las Dos Sesiones no son simplemente un espacio para discursos políticos, sino un mecanismo clave en la toma de decisiones que ha definido el rumbo de China en las últimas décadas.
Es que a lo largo de los años, estas sesiones han impulsado medidas transformadoras que han impactado profundamente en la economía, la política y la sociedad del país. Por ejemplo, en 2013, se anunciaron reformas económicas significativas que buscaban liberar la economía, fomentar la iniciativa privada y reducir la intervención del Estado en sectores clave. Este fue un paso crucial para modernizar el modelo económico chino y adaptarlo a las demandas del siglo XXI.
Más recientemente, en 2021, las sesiones se centraron en priorizar la autosuficiencia tecnológica, un objetivo estratégico en medio de las tensiones comerciales y tecnológicas con Estados Unidos. Además, se relajó la política de control de natalidad, permitiendo a las familias tener hasta tres hijos, en un esfuerzo por contrarrestar el envejecimiento poblacional y garantizar el futuro demográfico del país.
(AP Photo/Ng Han Guan) En años posteriores, las Dos Sesiones han seguido abordando temas críticos para el desarrollo de China. En 2022, por ejemplo, se enfocaron en la transición hacia una economía más verde y sostenible, alineada con los objetivos de neutralidad de carbono para 2060. También se discutieron medidas para fortalecer la seguridad alimentaria y energética, en un contexto global marcado por la incertidumbre económica y los conflictos internacionales. En 2023, las sesiones destacaron por su énfasis en la innovación tecnológica, la estabilidad social y la mejora del bienestar de la población, reflejando la adaptación del gobierno a los desafíos internos y externos.
Estos ejemplos ilustran cómo las Dos Sesiones han funcionado como un espacio dinámico y estratégico para la planificación a largo plazo de China. No solo han servido para consolidar políticas internas, sino también para proyectar una imagen de cohesión y dirección en un país de más de 1.400 millones de habitantes. Su importancia radica en su capacidad para combinar consenso político con acciones concretas, asegurando que las decisiones tomadas tengan un impacto tangible en la vida de los ciudadanos y en el posicionamiento global de China.
Relevancia para Argentina
Aunque las Dos Sesiones son eventos internos de China, las decisiones tomadas durante estas reuniones pueden tener implicaciones globales, incluyendo a países como Argentina. China es un socio comercial significativo para Argentina, especialmente en sectores como la exportación de productos agroindustriales. Las políticas económicas y comerciales que China adopte pueden influir en las relaciones bilaterales y en el comercio internacional
Las «Dos Sesiones» representan un momento crucial en el calendario político chino, donde se definen las estrategias y políticas que guiarán al país en el corto y mediano plazo. Para Argentina y el resto del mundo, comprender las decisiones emanadas de estos encuentros es esencial para anticipar tendencias económicas y fortalecer las relaciones bilaterales con China.
