Río de Janeiro, Brasil. El primer día del Latam Ciso Summit 2025 trajo una evaluación dura del panorama de la ciberseguridad en América Latina y el Caribe. Ejecutivos globales y representantes de foros multilaterales destacaron que la velocidad de la transformación digital, sumada a la proliferación de la Inteligencia Artificial (IA), ha ampliado vulnerabilidades y creado brechas críticas para gobiernos y empresas.
Jonathan Fischbein, Global CISO de Check Point, abrió el panel recordando que el desafío va más allá de la tecnología: “las juntas directivas quieren únicamente garantizar la continuidad del negocio y no hablan el lenguaje de la seguridad. Corresponde a los CISOs elevar la discusión al nivel estratégico, traduciendo los riesgos técnicos en impacto económico”.
Kemba Walden, presidenta del Paladin Global Institute y exasesora de la Casa Blanca en ciberseguridad, advirtió que la IA añade complejidad al entorno digital, incluso en procesos de fusiones y adquisiciones.
Para ella, el sector privado concentra la responsabilidad de proteger las infraestructuras, pero la falta de políticas públicas coordinadas mantiene a la región vulnerable: “necesitamos recentrar el debate en las personas y en la cooperación. Esa es la única respuesta efectiva”.
Desde el lado de las amenazas técnicas, Jon Clay, vicepresidente de Inteligencia de Amenazas de Trend Micro, describió un “juego del gato y el ratón” desigual. Explicó que fallos básicos como credenciales débiles, software desactualizado, dispositivos no gestionados y ataques a la cadena de suministro siguen entre los vectores más explotados. “Estamos perdiendo la batalla desde el inicio porque descuidamos la higiene cibernética”, afirmó.
Por su parte, Akshay Joshi, director del Centro de Ciberseguridad del Foro Económico Mundial (WEF), subrayó que la complejidad del ciberespacio profundiza las desigualdades regionales.
Mientras que apenas 15% de los encuestados en mercados maduros, como Europa y EE. UU., se consideran inseguros en cuanto a resiliencia cibernética, en América Latina ese índice asciende al 42%. Defendió mayor participación de la región en foros multilaterales y políticas específicas de retención y capacitación de talentos.
Los panelistas coincidieron en que, aunque la colaboración entre gobiernos, empresas y organismos multilaterales ha avanzado, sigue siendo insuficiente para contener a actores cada vez más sofisticados.
La recomendación común fue reforzar las prácticas básicas de seguridad, ampliar la coordinación entre países y llevar la discusión sobre ciberseguridad al nivel estratégico en organizaciones y gobiernos.