Por Pedro Bussetti
Muchas veces hablamos del consumo desde servicios básicos como la luz, el gas, el agua y el transporte. Peor también es importante el consumo cultural. En este sentido, las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) quieren vender o liquidar la plataforma CineAR.
Ahora, el INCAA, dirigido actualmente por Carlos Pirovano, recauda por la aplicación de la Ley de Fomento Cinematográfico el diez por ciento de la venta de entradas de cine; el 25 por ciento de lo que el ENACOM recauda de los canales de TV y las emisoras radiofónicas; y el diez por ciento de la venta de videorama grabado en soporte físico. Pero, en lugar de utilizar este dinero en el fomento de la producción de las películas argentinas, como lo establece la ley, el interventor del INCAA depositó este dinero a plazo fijo, compró bonos e invirtió en plazo fijo un total de 37.674.368.020 pesos. Así, a un tipo de cambio a 1.460 pesos, el INCAA posee más de 25 millones de dólares en el sistema financiero.
Este dato lo aportó el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a la Cámara de Diputados. Así, el INCAA no apoyó, subsidió ni dio crédito a ninguna película argentina. Además, hay 200 proyectos paralizados por la gestión actual. Esto constituye un hecho inédito para la producción cinematográfica argentina.
En este contexto, la semana pasada, las autoridades del INCAA avisaron a los trabajadores de CineAR que el canal se cerraría definitivamente. La plataforma CineAR Play correría la misma suerte, como sus trabajadores.
Hay que remarcar que CineAR y CineAR Play garantizan el acceso gratuito y libre de los argentinos a producciones nacionales. Se entiende que el hecho de que tengan un “costo” de 330.000 dólares anuales es una inversión lógica y beneficiosa para la cultura argentina. Esto, además, es apenas el 0,9 por ciento del presupuesto anual del organismo, es decir, menos del uno por ciento del presupuesto de 53.000 millones de pesos.
A esto se suma que la plataforma CineAR tiene más de 2,6 millones de usuarios reales registrados. Asimismo, en 2023 y 2024, el catálogo de Cine AR, con películas de todos los géneros y todas las épocas fue de más de 370 obras por año, alcanzando un total de 1.041.469 visualizaciones.
Como si esto fuera poco, CineAR tiene digitalizadas cerca de 9.000 películas, lo que representa uno de los archivos más voluminosos de la industria audiovisual argentina. Acá se destacan películas de directores como Hugo del Carril, del que prácticamente no hay registro. Y el 90 por ciento de lo que se produjo de cine mudo en Argentina se perdió porque no hubo una decisión del Estado de mantener y resguardar este aspecto cultural. El cine argentino es patrimonio nacional y cultural y debería estar resguardado.