El estadio Libertadores de América, de Independiente, fue clausurado preventivamente por orden del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, luego de los violentos disturbios registrados en el encuentro de Copa Sudamericana frente a Universidad de Chile.
La medida, solicitada por el fiscal Mariano Zitto de Avellaneda, se adoptó porque “no están dadas las condiciones preventivas mínimas” en materia de seguridad. Además, se deberán realizar peritajes técnicos debido a los destrozos ocasionados en distintas tribunas, baños y accesos del estadio.
Con esta decisión, el equipo no podrá recibir a Platense este domingo 24 de agosto por el Torneo Clausura de la Liga Profesional. El club se enfrenta ahora a dos alternativas: disputar el partido en su cancha sin público o trasladarlo a otro estadio fuera de la provincia de Buenos Aires.
El juez José Luis Arabito será quien defina en las próximas horas si avala el pedido fiscal, mientras la Conmebol analiza aplicar sanciones ejemplares a Independiente y a la Universidad de Chile, que podrían incluir la exclusión de torneos internacionales.
La clausura abre un fuerte debate sobre los operativos de seguridad en los estadios y el rol de las autoridades durante los incidentes que pusieron en riesgo a miles de hinchas el pasado miércoles.