Los amantes australianos de la buena cocina recibieron la semana con una mala noticia. Uno de los restaurantes más exitosos del Potts Point de Sydney —un punto de la ciudad que sorprende por su fascinación por el Art Decó— anunció su cierre por reformas hasta el mes de septiembre. Se trata de Parlar, un restaurante que bebe de la gastronomía catalana y cuyo menú, titulado Degustació, transita por los sabores mediterráneos. Lo curioso del caso es que no se trata de una iniciativa de un catalán emigrado a las antípodas. El propietario, Andrew Becher, es australiano; el jefe de cocina, Jose Saulog, es natural de Canadá, y el aire mediterráneo del local se debe a los trabajos de Alexander Calder, que —pese a su apellido— fue un estadounidense de origen alemán y escocés que viajó al París de los 1920 para rendirse al arte de Joan Miró. Entre ellos han “puesto a Catalunya en el mapa”, dicen los críticos locales, con un menú que algún purista podría discutir, pero que no oculta la devoción por la gastronomía catalana. Y por la lengua. Por algo se llama Parlar.
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