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En Colombia, el túnel Guillermo Gaviria Echeverri, conocido como túnel del Toyo, avanza como una de las obras viales más ambiciosas de la región. Con casi 10 kilómetros de longitud, está llamado a convertirse en el túnel carretero más largo de América cuando entre en operación en los próximos años, de acuerdo con los cronogramas oficiales.
Esta megaobra atraviesa la cordillera Occidental y hace parte del corredor que conectará a Medellín y el centro del país con el Urabá antioqueño y sus futuros puertos sobre el mar Caribe. Además de reducir tiempos de viaje, se perfila como una pieza clave para el transporte de carga y la competitividad de Colombia.
Con la excavación ya terminada, los frentes de trabajo se concentran en el revestimiento interno, la pavimentación y la instalación de equipos de ventilación y seguridad. Aunque el proyecto ha enfrentado retrasos y retos técnicos, las autoridades insisten en que se mantiene como prioridad dentro de la red de autopistas 4G.

túnel Guillermo Gaviria Echeverri hace parte de un proyecto vial de unos 39 kilómetros entre Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas, que incluye 18 túneles y 30 puentes. Su objetivo es ofrecer una ruta más directa hacia el Urabá, reduciendo el tiempo de viaje desde Medellín en varias horas.
El túnel principal tiene cerca de 9,8 kilómetros de extensión y una calzada bidireccional, con andenes laterales y una galería paralela para rescate y ventilación. Este diseño permite cumplir con los estándares modernos de seguridad para túneles de gran longitud.
Durante la construcción se han presentado dificultades geológicas, especialmente en zonas de roca menos competente y con altas infiltraciones de agua. Para estabilizar el terreno se han aplicado inyecciones, refuerzos y soportes especiales, lo que explica parte de los tiempos adicionales de obra.
Redacción
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