
Lo que comenzó como una alternativa tecnológica para entusiastas del mundo cripto, se convirtió en una tendencia de adopción masiva, los colombianos están migrando del billete verde tradicional hacia monedas digitales respaldadas por el dólar. Se trata de las llamadas stablecoins, en especial USDC y USDT, cuyo uso no solo está en auge, sino que posiciona a Colombia como un referente regional en este cambio de paradigma financiero.
La caída del uso de efectivo, documentada por el Banco de la República con una disminución del 11,7% entre 2020 y 2024, coincide con el crecimiento exponencial en el uso de medios digitales. En este escenario, las billeteras virtuales y plataformas cripto ganaron protagonismo. Según el informe Panorama Cripto en América Latina, elaborado por la empresa Bitso, estas monedas digitales con paridad 1:1 frente al dólar representan ya el 48% del total de criptomonedas adquiridas en Colombia en 2024.
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Este fenómeno sitúa al país como el segundo mayor comprador de stablecoins en la región, superando incluso a economías como la mexicana y la brasileña. El informe también destaca cómo estas monedas se utilizan no solo para transacciones cotidianas, sino como un mecanismo de resguardo frente a la devaluación o la inflación.
“En Colombia, las monedas estables respaldadas por dólares han ido ganando terreno gracias a su capacidad para ofrecer ventajas significativas frente al dólar en papel, especialmente cuando se trata del proceso de compra, seguridad, conveniencia y la posibilidad de blindarse, de alguna manera, ante la devaluación”, explicó Juanita Rodríguez Kattah, Country Manager de Bitso en Colombia.
Más allá del componente tecnológico, este comportamiento responde a razones prácticas. Entre ellas, la seguridad que brindan las billeteras digitales, en las que no hay riesgo de pérdida física o hurto como con el dinero en efectivo. Además, su portabilidad permite movilizar grandes sumas desde cualquier dispositivo, sin restricciones geográficas ni necesidad de intermediarios tradicionales.

A esto se suma la posibilidad de obtener rendimientos: “Este crecimiento en la compra y adopción de stablecoins se explica, además, por su facilidad de almacenamiento en billeteras digitales que funcionan con tecnología blockchain, lo que los hace prácticos y seguros, sumados a la posibilidad de recibir rendimientos de hasta 4% anual”, añade Rodríguez Kattah.
Otro aspecto clave es la facilidad de acceso. Los usuarios en Colombia ya pueden adquirir estas monedas digitales a través de plataformas locales, sin necesidad de recurrir a casas de cambio físicas o viajar al exterior. A menudo, estas plataformas ofrecen tasas más competitivas, evitando los sobrecostes habituales del sistema bancario tradicional y permitiendo compras desde montos bajos, lo que facilita la inclusión financiera y atrae a nuevos perfiles de inversionistas, incluso sin experiencia previa en el mundo cripto.
Según Chainalysis, firma especializada en análisis blockchain, la preferencia por stablecoins en Colombia es también un reflejo del interés por proteger el patrimonio ante un contexto económico incierto. Su informe sobre la geografía cripto en el mundo resalta que, a diferencia de otras criptomonedas como el bitcoin, los dólares digitales ofrecen una mayor estabilidad, lo que los convierte en una opción viable para el ahorro.

Frente a este panorama, todo indica que las monedas estables seguirán ganando espacio en el mercado colombiano. La combinación de tecnología, seguridad, rentabilidad y conveniencia ha convertido a estos activos en más que una moda: son ahora parte de la estrategia financiera de miles de ciudadanos que buscan herramientas modernas para administrar sus recursos. Además, su adopción ha comenzado a impactar sectores como el comercio electrónico, las remesas internacionales y el ahorro familiar, lo que sugiere una transformación silenciosa pero profunda en los hábitos financieros del país.