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jueves, agosto 7, 2025

Cómo activar el sistema linfático con movimientos simples

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El sistema linfático recorre el cuerpo como una red de “rutas secundarias” que drenan el exceso de líquido y devuelven macromoléculas a la sangre. Su buen estado mantiene estable el volumen sanguíneo y evita la retención de líquidos.

Además, los ganglios linfáticos filtran patógenos y producen linfocitos, clave para la respuesta inmunitaria. Cuando este filtro se enlentece, el organismo pierde velocidad para combatir infecciones comunes.

Si los vasos linfáticos se dañan (por cirugía, radioterapia o golpes) puede aparecer linfedema, una hinchazón crónica que compromete la piel y la movilidad articular. Mantener activa la linfa reduce ese riesgo y alivia molestias en quienes ya lo padecen.

La falta de movimiento, típica del trabajo sedentario, agrava el problema. Foto: FreePik.es
La falta de movimiento, típica del trabajo sedentario, agrava el problema. Foto: FreePik.es

La falta de movimiento, típica del trabajo sedentario, agrava el problema: estudios señalan que cambiar de postura o caminar cada hora mejora la circulación y acelera el metabolismo de grasas.

El “motor” principal de la linfa es la respiración diafragmática. Inspirar profundo crea un efecto de vacío que succiona la linfa hacia el tórax; exhalar ayuda a expulsarla. Practicar cinco respiraciones lentas cada hora para reactivar el flujo.

Es ideal sumar la hidratación consciente: beber dos litros de agua diarios fluidifica la linfa y facilita su desplazamiento. El hábito es sencillo, económico y potencia cualquier rutina de ejercicio.

Otro movimiento estrella es el rebounding: saltar suavemente en un mini-trampolín durante diez minutos mueve la linfa en sentido ascendente gracias a los cambios de gravedad. Es de bajo impacto y apto incluso para principiantes.

Cómo activar el sistema linfático con movimientos simples. Foto: ilustración Shutterstock.Cómo activar el sistema linfático con movimientos simples. Foto: ilustración Shutterstock.

Finalmente, el yoga específico para el sistema linfático combina torsiones, inversiones suaves y respiración guiada; esta mezcla comprime y relaja los tejidos, imitando un masaje natural.

Los mejores ejercicios para el sistema linfático

La evidencia demuestra que la contracción rítmica de los músculos funciona como una “bomba” que impulsa la linfa contra gravedad. Por eso, toda rutina debe incluir actividad física regular, aunque sea de baja intensidad.

Caminar a paso ligero, subir escaleras o ponerse de pie cada treinta minutos son gestos simples que, sumados, mantienen la linfa en movimiento y evitan la sensación de piernas pesadas.

En caso de hinchazón localizada, la combinación de drenaje linfático manual y prendas de compresión acelera la desinflamación y mejora la calidad de vida; siempre bajo supervisión de un fisioterapeuta matriculado.

Los mejores ejercicios para el sistema linfáticoLos mejores ejercicios para el sistema linfático

Si tenés cirugía reciente, trastornos cardiovasculares o edema severo, consultá al médico antes de iniciar estos ejercicios: adaptar la intensidad es clave para evitar complicaciones.

Rutina rápida para mejorar el sistema linfático (10-15 minutos):

  • Caminata en puntas de pie (2’): activa la bomba plantar y mejora el retorno linfático de piernas.
  • Saltos suaves en mini-trampolín (3’): favorecen el drenaje global y elevan la energía.
  • Respiración diafragmática acostado (2’): cinco inhalaciones profundas con manos en el abdomen movilizan la linfa torácica.
  • Estiramiento de cuello y hombros (1’): libera ganglios cervicales obstruidos por malas posturas.
  • Postura de “Perro boca abajo” (yoga, 1’): inversión ligera que impulsa la linfa hacia el tórax.
  • Automasaje suave en piernas y brazos (3’): movimientos ascendentes que complementan el drenaje fisiológico.
  • Elevaciones de pantorrillas (1’): contrae el tríceps sural y actúa como bomba secundaria.
  • Vaso grande de agua al finalizar: la linfa necesita líquido para transportar toxinas con eficacia.

Mantener el sistema linfático activo no requiere equipos costosos ni horas de gimnasio: basta con moverse, respirar profundo y cuidar la hidratación. Estos movimientos simples mejoran la inmunidad, reducen la hinchazón y brindan una sensación general de ligereza.

Incorporarlos a diario y comprobar cómo la energía sube mientras el cuerpo se depura de forma natural. Si existen dudas médicas, pedí orientación profesional y adaptar la rutina a tu realidad.

Redacción

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