ANÁLISIS EXCLUSIVO: BUSCANDO LAS RAZONES DEL RESULTADO
El reciente resultado electoral, que puso a La Libertad Avanza (LLA) en el poder, no puede explicarse únicamente a través de un apoyo entusiasta y racional a su plataforma política. El análisis post-electoral de las principales consultoras y encuestadoras revela un factor mucho más oscuro y poderoso: la política del miedo.
La lectura de los datos devela que la victoria fue cimentada sobre una base de terror económico y aversión política, instrumentalizada de forma quirúrgica durante la última fase de la campaña.
El Voto «Vergonzante» Impulsado por el Pánico
Los informes de los especialistas coinciden en que el miedo funcionó como un motor de voto más potente que cualquier propuesta programática:
- El «Cuco del Caos»: Se instaló el mensaje de que la única opción para evitar el «colapso total» (la disparada incontrolable del dólar, la hiperinflación) era el triunfo de Javier Milei. Esta narrativa del «o yo, o el abismo» logró polarizar a vastos sectores de votantes indecisos o desencantados del centro.
- Aprovechamiento de la Crisis: La «campaña del miedo» coincidió y se alimentó de una semana de alta inestabilidad cambiaria, lo que amplificó la sensación de pánico en la población. El temor a que «todo explotara» se convirtió en una realidad tangible en las góndolas y cotizaciones.
- Doble Polarización: Para el segmento de votantes que aún mantiene expectativas en el nuevo gobierno, el miedo al caos se complementó con el temor al regreso del peronismo/kirchnerismo, creando un escenario de doble polarización donde el voto a LLA se veía como un mal menor o la única vía de escape.
- El «Voto Silencioso»: Este ambiente de tensión y polarización también explicaría el fenómeno del «voto vergonzante», aquellos votantes que, por miedo al escrutinio social, no confesaron en las encuestas que votarían por Milei, pero finalmente lo hicieron en el cuarto oscuro.
La Alarma Crítica: Cuando el Miedo Reemplaza al Debate
La conclusión de las consultoras es clara y crítica: la elección fue un triunfo de la gestión emocional de la crisis sobre el debate de ideas.
El hecho de que el factor decisivo para inclinar la balanza haya sido el temor a un colapso inminente, y no una adhesión racional a las promesas de dolarización o motosierra, lanza una seria alarma sobre la salud democrática del país.
La Crítica es Contundente: Se instrumentalizó la dramática coyuntura económica y el hartazgo social para forzar un resultado polarizado. El pánico a perder lo poco que queda o a revivir el pasado reciente fue un factor de movilización más efectivo que la construcción de un futuro deseable. La victoria se construye sobre la base de la angustia ciudadana, una estrategia que, aunque efectiva, sienta un precedente preocupante para la calidad del debate y el futuro político.





