Una nota publicada por Diario RÍO NEGRO reveló un importante estudio científico que se realizó sobre la jarilla, una planta nativa del norte de la Patagonia. Según el aporte de profesionales, esta posee un «gran poder antioxidante» y podría brindar un increíble aporte a la medicina. Acá te contamos cómo es la planta.
La jarilla es propia del oeste de Sudamérica. Se encuentra en la zona de Chuquisaca en Bolivia, en la zona de Arequipa, Ica y Moquegua en Chile y Perú; pero es prominente de Argentina, nace en todo el territorio que se extiende desde Salta en el norte hasta Chubut en la Patagonia.
Es un arbusto de abundantes ramas, puede medir de 1 a 3 metros de altura, tiene tallos leñosos, cilíndricos y resinosos. Además posee flores amarillas y frutos cápsulas con pelos blanco grisáceos que al madurar se separan en cinco mericarpios con semillas en cada uno de ellos.

Los lugares característicos donde crece la Jarilla suelen ser secos, áreas antiguamente sometidas a pastoreos o que hayan sufrido incendios periódicos en algún momento. Por esto se la considera una planta altamente resistente a suelos hostiles.
La Jarilla de las Patagonia: para qué se la utiliza
La jarilla es una planta popular y muy utilizada. Desde siempre tuvo utilidad como fuente de combustible, pero científicos revelaron que el extracto de sus hojas tiene propiedades beneficiosas antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas e inmunomoduladoras.
Además un estudio del Conicet difundió que puede aportar vitaminas y minerales, por esto resultaba muy útil para los pueblos originarios que habitaron la región.
En la actualidad la sustancia resinosa que contienen sus hojas las utilizan también como remedio veterinario, y la infusión o té se utiliza contra el cólera, fiebres intermitentes y para disminuir dolores.