La ciudad ya ha superado el aumento de 1,5 grados de temperatura respecto de la era preindustrial y últimamente la frecuencia de las olas de calor se ha incrementado: de una cada cuatro años, aproximadamente, a cinco olas entre el 2022 y el 2024. Ante los efectos que tienen las altas temperaturas sobre la vida y la salud de la población y sobre el espacio público, la Estrategia para hacer frente al calor. Pla Calor 2025-2035 incluye varias líneas de actuación.
Reducir el efecto de isla de calor
La temperatura media de Barcelona es 3 grados más elevada que la de fuera de la ciudad, con picos de hasta 7 u 8 grados más.
El Pla Calor prevé varias acciones para mejorar la resiliencia del espacio público:
- Incremento del verde y ampliación de la red freática para garantizar el riego: 160 hectáreas más en el año 2030 respecto del 2015.
- Programa de sombras: llegar a 9 hectáreas como mínimo de sombras estacionales y/o fijas.
- Instalación de pavimentos drenantes y reflectantes.
- Optimización de las fuentes ornamentales y mejora de las fuentes de beber.
- Implementar espacios de refresco en todos los distritos.
- Proteger el litoral con medidas que permitan mantener un mínimo de ancho de playas de 25 metros.
- Incluir las distintas estrategias (verde, sombra, reaprovechamiento de agua, fuentes, espacios de refresco, etc.) en los proyectos urbanísticos.

Verano en Barcelona
Ajuntament de Barcelona
Proteger a niños y niñas, personas mayores y personas con enfermedades crónicas
En el año 2023 murieron en la ciudad unas trescientas personas por causas directamente relacionadas con el calor. Los colectivos vulnerables tienen más riesgo ante los efectos de las altas temperaturas. Con el fin de cuidar de la población, especialmente de estas personas, la estrategia prevé varias medidas:
- Ampliar la red de refugios climáticos: el objetivo es que todo el mundo tenga uno a menos de cinco minutos de casa.
- Pla Clima Escola: mejorar el confort térmico de 170 centros escolares con aire acondicionado, cubiertas verdes, sombras, protocolos de ventilación o puntos de agua.
- Mejora del confort térmico de seis residencias.
- Ampliación de los horarios de los parques y jardines.
- Refuerzo de los puntos de asesoramiento energético.
- Refuerzo de los programas de atención a las personas más vulnerables, como Radars o la teleasistencia.
- Formación de las personas cuidadoras de los servicios de atención domiciliaria.

Verano Barcelona
Ajuntament de Barcelona
Mejorar el confort térmico de los edificios
La línea de acción incluye actuaciones para la rehabilitación y la reforma de viviendas, ayudas y asesoramiento, la optimización de la normativa sobre eficiencia energética y el impulso de cubiertas verdes y reflectantes, placas solares y sistemas de almacenamiento de agua.
Además, se revisarán los protocolos de emergencia, y se trabajará en un protocolo que incluya a todas las áreas municipales implicadas, Derechos Sociales, Acción Climática, Servicios Urbanos, Educación, Salud, Personas Mayores, etc.
También se impulsará la investigación y la innovación y se adaptarán las políticas y los servicios municipales.
¿Qué puede pasar si llegamos a los 50 grados?
La diagnosis hecha hasta ahora se complementará con un simulacro de la ciudad a 50 ºC, que se hará dentro de dos años.
El objetivo es evaluar la capacidad de respuesta ante una situación extrema de temperatura y, al mismo tiempo, identificar los puntos débiles para desarrollar estrategias para mejorar la resiliencia.
La realización de este simulacro tiene que contar con la participación de todos los servicios municipales y agentes externos.
Un plan participativo y revisable
El plan recopila el resultado de los debates que se han generado durante el proceso participativo. En concreto, se han organizado siete sesiones con organizaciones interesadas, como asociaciones de vecinos, universidades y entidades vinculadas a temas del clima, en que han participado más de 180 asistentes.
El Pla Calor tiene un presupuesto inicial de 111,6 millones de euros, se desplegará hasta el año 2035 y se revisará cada cinco años y se hará un seguimiento interdepartamental basado en los indicadores de salud, la cobertura verde y el confort térmico, entre otras cuestiones.
La estrategia para hacer frente al calor se enmarca en el Pla Clima, el programa municipal para adaptar la ciudad a los efectos de la emergencia climática.