Aunque aún no comienza oficialmente la primavera, los primeros días de septiembre muestran frío intenso, viento, lluvias y nevadas aisladas en la cordillera de Neuquén y Río Negro. Las condiciones actuales anticipan un inicio inusual de la estación, mientras los pronósticos estacionales proyectan un trimestre con temperaturas más altas de lo habitual y lluvias por debajo del promedio en la Patagonia.
El ingreso de aire frío desde el sur generó durante los primeros días del mes mañanas heladas y nevadas aisladas en localidades cordilleranas como Bariloche, San Martín de los Andes y Dina Huapi.
En el Alto Valle y sectores del sur de Río Negro, se registran bajas temperaturas y ráfagas del sur que intensifican la sensación invernal.
La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) mantiene la alerta por fuertes vientos y precipitaciones, advirtiendo sobre posibles complicaciones en rutas de montaña y zonas rurales.
¿La primavera en la Patagonia podría ser más cálida de lo normal? Con menos lluvias de lo habitual y riesgo de récords de calor
Consultado por Infobae, el licenciado en Medio Ambiente y pronosticador del Aeropuerto de Córdoba, Marcelo Madelón, explicó que las proyecciones para septiembre, octubre y noviembre indican que la Patagonia tendrá menos lluvias de lo habitual. En paralelo, las temperaturas se anticipan más altas de lo normal, con probabilidades de récords de calor durante la primavera.
«Este escenario coloca a la Patagonia como una de las regiones bajo especial análisis, ya que el contraste entre déficit de lluvias y temperaturas elevadas podría afectar tanto a la vida cotidiana como a sectores productivos y energéticos», señaló Madelón.
En comparación, el centro y este del país tendrán lluvias dentro de los valores normales, mientras que el noroeste y la región de Cuyo podrían registrar episodios húmedos superiores a lo habitual.