El pequeño pueblo bonaerense de Comodoro Py, en el partido de Bragado, se alista para vivir una nueva edición de la Fiesta del Concurso del Chorizo Seco, una celebración que combina gastronomía, tradición y espíritu comunitario. El evento, que se desarrollará el segundo fin de semana de agosto, reúne cada año a miles de visitantes atraídos por el sabor criollo y las costumbres rurales.
La fiesta nació en 2001 por iniciativa de un grupo de mujeres vinculadas a la Biblioteca Popular Florencio López, con el objetivo de crear un festejo representativo de la localidad e inspirado en actividades productivas históricas de la zona. En 2005, el Club Agrario Comodoro Py se sumó a la organización, aportando impulso y nuevas propuestas que fortalecieron el evento sin perder su esencia comunitaria.
El programa de actividades comienza el sábado por la noche con un festival folklórico en el club local, que incluye peñas, música y baile. El domingo, la jornada arranca temprano con pruebas de riendas, danzas ecuestres, un desfile institucional, exhibiciones de maquinaria antigua y el tradicional paseo criollo que culmina con un entrevero de tropillas. Todas estas propuestas se realizan al aire libre y con entrada libre y gratuita.
Por la tarde, el centro de la celebración se traslada nuevamente al club, donde se lleva a cabo el concurso del chorizo seco, se presentan artistas locales y se elige a la Flor del Pago. Durante todo el día, el público puede recorrer puestos gastronómicos, adquirir chorizos elaborados por productores de la zona y visitar la feria de artesanos y emprendedores instalados en la plaza.
“Es una fiesta con sabor a pueblo, un ambiente muy agradable”, señaló la organizadora Andrea Gómez, quien subrayó que la celebración no solo fortalece el sentido de pertenencia, sino que también genera ingresos para instituciones locales como escuelas, jardines de infantes y centros de jubilados. “Es por y para la comunidad”, afirmó.
En Comodoro Py, el chorizo seco no es un producto gourmet, sino un emblema de la cultura rural: criollo, de campo y con receta propia. Y aunque cada productor defiende que el suyo es el mejor, la competencia es amistosa y se vive en un clima de camaradería. “Un lindo domingo para pasar entre familia y amigos”, resumió Gómez.
