Un hombre que compró un vehículo cero kilómetro en Capital Federal y tuvo múltiples fallas durante tres años obtuvo una indemnización millonaria tras una demanda que confirmó vicios ocultos en el auto. El fallo obliga a Peugeot Citroën Argentina y la concesionaria a pagar el valor actualizado del vehículo y una compensación por daños.
Un hombre que adquirió un auto cero kilómetro en Capital Federal vivió una verdadera odisea durante los tres años siguientes, al tener que llevar el vehículo al taller en 17 ocasiones debido a múltiples fallas mecánicas. La situación finalmente encontró una resolución judicial a su favor, con un fallo que obliga a Peugeot Citroën Argentina y a la concesionaria DMX2 a indemnizarlo con el valor actual del auto, además de una compensación por daños que asciende a 11,5 millones de pesos.
El comprador comenzó a detectar problemas apenas inició el viaje desde Capital Federal hacia Roca, donde a los 200 kilómetros notó un ruido extraño en el tren delantero. Con mucha precaución, llegó al servicio oficial de la marca en la ciudad rionegrina, donde le informaron que el chapón estaba suelto y procedieron a repararlo. Sin embargo, las dificultades no terminaron ahí.
Durante el proceso judicial, una pericia mecánica concluyó que el vehículo presentaba daños compatibles con un fuerte golpe, típico de situaciones en las que el auto se cae o sufre un impacto durante el transporte o la manipulación en el concesionario. Entre los problemas detectados figuraron ruidos en los amortiguadores, zumbidos en las puertas, desajustes en la calefacción y en el sistema GPS, fallas en la cámara trasera, la cadena de distribución, la calidad de las bujías y el tensor de la bomba de agua, entre otros.
Por su parte, la concesionaria negó las acusaciones, asegurando que el vehículo era apto para su uso y carecía de defectos de fabricación. También alegaron que el auto ya no estaba bajo garantía y cuestionaron que el comprador acreditara la calidad de consumidor.
El juzgado, sin embargo, rechazó los argumentos de la empresa y confirmó que el auto fue vendido con vicios ocultos, y que las reparaciones realizadas fueron parciales e insuficientes, dejando el vehículo en condiciones inseguras para circular. Además, la sentencia resaltó el incumplimiento del deber de las compañías de brindar un trato digno al consumidor.
Este fallo marca un precedente importante para la protección de los derechos de los compradores de vehículos nuevos, y pone en alerta a concesionarias y fabricantes sobre la responsabilidad en la entrega y mantenimiento de los autos.