Javier Milei fue la gran atracción este miércoles de la jura de los diputados electos en octubre pasado y celebró a puño cerrado la reconfiguración de la Cámara Baja, con una fuerte presencia de La Libertad Avanza y la unificación del radicalismo y el PRO como los socios necesarios para ir con las reformas que el Gobierno define para las sesiones extraordinarias que serían convocadas para diciembre.
Esta vez no hubo liturgia peronista sino más bien libertaria que se impuso en las tribunas a la largo de la sesión. Se la vio a Karina Milei firme y sonrojada cuando su pupilo Martín Menem destacó su papel en el armado violeta a la hora del discurso tras ser ratificado como titular de la Cámara. Atrás, Manuel Adorni, jefe de Gabinete, y Diego Santilli, compartían risas ante cada polémica que dejaba la jura.
Hubo guerra de cantitos en las tribunas. «La patria no se vende» sonó desde un sector de los palcos, mientras que «libertad» y «la casta tiene miedo» devolvieron desde los balcones de enfrente. Hubo cruces y polémica en las bancas como casi en toda sesión.
Pero esta vez también hubo polémica por algunos comentarios que se colaron en la transmisión oficial de la TV Pública, que generalmente se hace con el acompañamiento de personal de Diputados TV. «Qué buena que está la peruca»; «Che, qué linda la…», fueron algunos de los mensaje que se escucharon.
Más allá de eso, la alegría esta vez fue libertaria. Es que Milei consiguió asegurarse primero el tercio para sostener los vetos, luego fue por las bancas del PRO y se llevó una decena. Así le arrebató la primera minoría a los K y le bajó el precio a la mano que le dio Raúl Jalil al retirar a sus 3 diputados por Catamarca del peronismo. De yapa se activó la alianza PRO-UCR y dejó una pelea de fondo con los gobernadores de Provincias Unidas por la tercera fuerza y, en consecuencia, por la tercera vicepresidencia.
Los libertarios con 95 bancas, incluyendo a la rionegrina Lorena Villaverde (que anunció su renuncia a asumir por la banca en el Senado que consiguió en las últimas elecciones), necesitarán no sólo del interbloque PRO-UCR y otros, que aún no tiene nombre asignado, y que según la conformación acordada en momentos que juraban los diputados le aportaría otros 22 votos.
De esta manera, el Gobierno deberá buscar votos en Provincias Unidas o Innovación Federal o algunos bloques menores para llegar al quórum de 129 que exige el reglamento. La tarea no es sencilla para los libertarios que dentro de este proceso de reconfiguración van a pisar con más firmeza que en el primer año de gestión cuando contaban con 37 diputados.
Pero tendrá que prestar atención a dos factores. Los dialoguistas darán 90 días de gracias al Gobierno para garantizar los votos que permitan aprobar las reformas. Después será la discusión de siempre de propuesta por propuesta.
El otro tema será avanzar en acuerdos concretos con los gobernadores, que ya comienzan a manifestar su malestar con las maniobras de Santilli, quien repite la mecánica de sus antecesores de promesas vacías con una promesa de crecimiento de la economía.
En los pasillos del Congreso fue comentado que el correntino Gustavo Valdés no quedó satisfecho con la doble reunión que mantuvo con el ministro del Interior, una en Casa Rosada y otra en Corrientes. No es el único porque los gobernadores del norte tampoco cierran con la actitud del Gobierno.
Por ahora, el oficialismo se concentra en la agenda que viene para extraordinarias. El 9 de diciembre ingresarían formalmente los proyectos y un día después se avanzaría en el armado de las comisiones necesarias para arrancar. En una primera instancia se conformarán las comisiones de Presupuesto y de Legislación Penal.
A partir de ahí avanzaría en tándem con Presupuesto y el proyecto de inocencia fiscal, mediante el cual buscarán recuperar los dólares que están fuera del sistema financiero. En el Senado pretenden avanzar con la reforma laboral y la modificación de la Ley de Glaciares.
Por eso, tras finalizar la jura de los diputados, Menem se encerró en su despacho y comenzó a ver los números para armar las comisiones. El riojano obtuvo doble triunfo en la sesión porque primero logró que el cuerpo le cediera la facultad para definir la conformación de las comisiones, algo que estaba en duda el día anterior porque no sólo el peronismo sino también el PRO y la UCR se oponían a esa opción. Se habló de 145 diputados en contra de delegarle la facultad al presidente de la cámara.
La otra conquista de Menem fue haber impuesto que la conformación sea de manera proporcional por los sectores políticos en rechazó al sistema D’Hondt, que pidió el peronismo. Es decir que se tomará en cuenta los interbloques, lo que podría ser una llave para que el oficialismo pueda avanzar con las reformas.
Para rechazar el plan del peronismo, el oficialismo mostró un ensayo sobre cómo quedaría conformada una comisión estándar de 31 diputados. El oficialismo y el PJ tendrían 12 sillas cada uno y luego el PRO/UCR con Provincias Unidas se llevarían 3 lugares y la silla restante sería a definir. Está claro que el sistema D’Hondt define la distribución de acuerdo a las bancas que tiene cada fuerza.
Más allá de esta disputa, el oficialismo tendrá que hacer su propia lectura del armado opositor porque el peronismo, a pesar de la fractura que sufrió con la salida de los 3 catamarqueños apenas tuvo una merma de 5 bancas en una elección en la que los libertarios se impusieron en casi todos los distritos del país.
Por ahora, el armado de la oposición fue como un río revuelto porque el PRO sigue asistiendo al oficialismo pese al proceso de vaciamiento que empujó el Gobierno. Y los radicales siguen en línea directa con la Casa Rosada, pese a que sus diputados responden a gobernadores que en 2027 deberán defender sus territorios: Mendoza, Chaco, Corrientes y Entre Ríos.
En otros espacio, en tanto, convivirán personalidades como Lourdes Arrieta, Miguel Pichetto y Martín Lousteau, en Provincias Unidas.
