En un mensaje cargado de gratitud, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) se unió a la conmemoración del 70.º aniversario de la creación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
Este aniversario, vivido como un Jubileo de esperanza para América Latina y el Caribe, recuerda un acontecimiento fundacional que cambió la historia de la Iglesia continental. Para Ceama, se trata de “un hito que marcó un antes y un después en la vida pastoral de nuestra Iglesia”, consolidando un camino de “colegialidad, discernimiento y compromiso misionero al servicio de los pueblos”.
En su mensaje, la Ceama reconoció el papel del Celam como signo de unidad en la diversidad, fuente de inspiración para una Iglesia que “camina con los pobres, atenta a los signos de los tiempos” y está comprometida con la realidad de los pueblos. A lo largo de sus siete décadas de vida, el Celam anima procesos pastorales de gran valor, especialmente las cinco Conferencias Generales del Episcopado celebradas en Medellín (1968), Puebla (1979), Santo Domingo (1992), Aparecida (2007), y el actual camino sinodal.
Celebración que nace desde la Amazonía
La Ceama resalta el rol del Celam como dinamizador de una Iglesia en salida, una Iglesia que no teme asumir los desafíos históricos y sociales del continente y que los abraza desde el Evangelio y en comunión con los pobres.
Desde el corazón de la Amazonía, territorio descrito como “sagrado, pulmón del planeta y lugar donde la vida clama justicia”, la Ceama expresa su gratitud a Dios por el don del Celam y por “los abundantes frutos de esta historia compartida”. La región amazónica, con su riqueza cultural y biodiversidad, ha sido también espacio de inspiración teológica y pastoral, especialmente tras el Sínodo Panamazónico y la publicación de la exhortación apostólica Querida Amazonía.
En este sentido, el mensaje de Ceama refleja el caminar en sinodalidad, promoviendo una Iglesia que sea “inculturada, intercultural y ecológica”, fiel a las inspiraciones del Papa Francisco y al clamor de los pueblos amazónicos.
Iglesia que se deja interpelar
La Ceama mira con gratitud al pasado y proyecta con esperanza el futuro de la Iglesia continental. En su mensaje manifiesta el anhelo por una “Iglesia que se deja interpelar por los clamores de la tierra y de los pueblos, que abraza la conversión integral y que busca ser, en cada rincón de nuestro continente, fermento del Reino, testigo de misericordia y constructora de paz”.
El mensaje invoca la protección de la Virgen María: “Que María, Nuestra Señora de Guadalupe, madre de los pueblos y estrella de la evangelización, siga acompañando y guiando nuestro caminar en la fe, la unidad y la profecía”.
La celebración del 70.º aniversario del Celam es a su vez, una invitación a renovar el compromiso con una Iglesia sinodal, profética y misionera, como lo soñaron los obispos de Río de Janeiro en 1955 y como lo ratifican hoy las comunidades eclesiales de toda América Latina y el Caribe.
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