El macabro hallazgo de los cuerpos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) descuartizados y enterrados en el patio de una casa en Florencio Varela ha conmocionado al país. Tras un intenso operativo, las autoridades detuvieron a cuatro personas, quienes ya están imputadas por homicidio agravado.
La investigación, a cargo del fiscal Gastón Dupláa, avanzó a paso firme gracias al análisis de cámaras de seguridad y al seguimiento de la señal de uno de los celulares de las víctimas, que estaban desaparecidas desde el viernes. Estas pistas llevaron a la DDI de La Matanza hasta una vivienda en la calle Río Jáchal y Chañar, en el barrio de Villa Vatteone.
En la madrugada del miércoles, al allanar el domicilio, la policía se encontró con una escena escalofriante. Dentro de la casa había un hombre y una mujer que estaban limpiando frenéticamente los pisos y las paredes con lavandina, intentando borrar las manchas de sangre. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, detalló que al llegar encontraron «un olor muy fuerte, de cloro». Ambos fueron detenidos en el acto.

Tras asegurar la propiedad, se convocó al equipo de Casos Especiales de la Policía Bonaerense y a la brigada canina. Fueron los perros los que marcaron una zona de tierra removida en el fondo de la vivienda, donde finalmente se encontraron los cuerpos enterrados de las tres jóvenes.
Con el avance de la investigación, se logró identificar a los dueños de la propiedad: una pareja de nacionalidad peruana. Las fuentes judiciales revelaron un dato clave: uno de ellos es un presunto narcotraficante que opera en la villa 1-11-14.
Mediante la intercepción de comunicaciones y el análisis de redes sociales, los investigadores localizaron a la pareja en un hotel alojamiento de la zona, donde procedieron a su detención. Con ellos, el número de detenidos ascendió a cuatro: dos mujeres de 28 y 19 años, y dos hombres de 25 y 18.

La hipótesis de una emboscada
Según el ministro Alonso, las víctimas fueron engañadas. «Cayeron en una trampa de una organización transnacional de narcotráfico que había perpetrado una estrategia para asesinarlas”, afirmó. Las jóvenes creían que iban a participar en un evento al que habían sido invitadas.
La reconstrucción del trayecto que hicieron las chicas fue posible gracias al seguimiento de sus celulares y de las cámaras de seguridad, que permitieron identificar una camioneta Tracker adulterada. El vehículo partió de La Matanza, pasó por Lomas de Zamora y finalizó su recorrido en la casa de Florencio Varela donde ocurrió la masacre.
Debido a la sospecha de que una banda narco está involucrada, en la causa interviene la PROCUNAR. Las autoridades, sin embargo, creen que hay más personas implicadas. “Sabemos que hay más personas involucradas, las estamos buscando (…) Creemos que hay otros responsables más allá de estos cuatro”, aseguró Alonso, confirmando que la investigación sigue abierta.