Reconocido experto en fenómenos paranormales y «cazador de fantasmas», Dan Rivera perdió la vida -paradójicamente- de una manera misteriosa, como esas que él tanto se dedicó a investigar. Y un dato no menor: viajaba junto a Annabelle, la muñeca original que inspiró el personaje de la película de terror El Conjuro.
El espiritista de 54 años se encontraba en Gettysburg, Pensilvania, Estados Unidos -una de las ciudades a las que se considera más «embrujadas» del país- realizando la gira «Devils on the Run» («Demonios huyendo», en español), cuando el domingo 13 fue encontrado inconsciente la habitación del hotel en el que se hospedaba.
De acuerdo a lo que informó la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra (NESPR), donde se desempeñó como investigador principal, Dan Rivera falleció, aunque aún se desconocen las causas.
Murió Dan Rivera: una gira, un pueblo embrujado y una muñeca diabólica
Como revelan diferentes medios, los registros del condado de Adams detallan que las autoridades fueron convocadas a un hotel de Gettysburg el 13 de julio. Los papeles indican que respondieron a un informe de una RCP en curso de un hombre de 54 años.
Justo un día antes, NESPR presentó a la muñeca Annabelle. Normalmente, ésta se conserva en el Museo de Ocultismo de los Warren en Connecticut; un espacio que fue creado por el demonista Ed Warren y la médium Lorraine Warren. La pareja fue interpretada por Patrick Wilson y Vera Farmiga en las películas.
Dan Rivera había ganado una gran cantidad de fanáticos gracias a su trabajo como cazador de fantasmas y a su contenido viral, que revivía las inquietantes leyendas de Annabelle y otras reliquias malditas.

Quiso el destino, caprichoso por cierto, que su última presentación fuese en Gettysburg, un pueblo de la Guerra de Secesión que desde hacía tiempo se dice que está embrujado. El evento ya tenía entradas agotadas.
Durante la gira, que arrancó en mayo pasado, a la muñeca se le quitó el estuche sellado para mostrarla en una serie de eventos públicos. De inmediato, esto fue tan cuestionado como observado en detalle ya los seguidores temían que su oscura energía pudiese desatarse.
Los diferentes encuentros no solo fueron un éxito viral, sino que también generaron fuertes controversias. Es que los críticos acusaron a Rivera y a su equipo de explotar el miedo y la superstición para obtener ganancias, mientras que los creyentes advirtieron que transportar la muñeca podría desatar un verdadero peligro.
Incluso el nieto de los Warren, Chris McKinnell, habló sobre el tema y le dijo a The Mirror que respeta el «poder» de Annabelle. El joven, que creció rodeado de la colección de elementos embrujados de la familia, la llamó «una prisión» para objetos peligrosos. Aún así, explicó que no cree que Annabelle sea un demonio.
Sin embargo, diferentes episodios avalan el miedo que sintieron los fans. Según Daily Mail, durante una de las paradas, los visitantes afirmaron que la muñeca de un metro de altura había desaparecido sin explicación, lo que desató una ola de pánico en la web y teorías de conspiración.
Las tensiones aumentaron aún más después de que estallara un incendio en un complejo turístico histórico en White Castle, Luisiana, y 10 reclusos escaparan de una prisión de Nueva Orleans, todo a los pocos días de que Annabelle fuera exhibida en el estado.
Así, los temores crecieron en las redes sociales y algunos estaban convencidos de que la llamada muñeca «poseída» había desatado una maldición. En ese momento, fue el propio Rivera quien se encargó de reducir el pánico.
Dan Rivera se dedicó a la investigación paranormal durante más de una década antes de su muerte. Como publica el medio citado, su biografía dice: «Desde muy joven, se familiarizó con los fenómenos fantasmales, tras presenciar sucesos paranormales en su hogar».
Veterano del ejército estadounidense, él se definía como un experto en los ritos y rituales de la santería. Por eso, formó parte de la gira organizada por NESPR, que viajó con la famosa muñeca.
A pesar de la naturaleza peligrosa y oscura de su trabajo, Rivera era conocido por su presencia optimista y cautivadora, especialmente cuando se trataba de Annabelle.
En este sentido, en el evento de Gettysburg, el espiritista le contó al público cómo construyó la caja de la muñeca utilizando madera teñida con agua bendita e incrustada con tres cruces para representar a la Santísima Trinidad.
Además, durante el fin de semana, antes de este trágico suceso, el grupo visitó el Orfanato Embrujado de Gettysburg. Luego, durante los próximos meses, planeaban viajar por todo Estados Unidos, algo que ya no podrá suceder.
La leyenda de la muñeca se originó en la década de 1970, cuando aparentemente fue entregada como regalo a una enfermera en Hartford, Connecticut, antes de comenzar a exhibir un comportamiento perturbador.
En un principio se creyó que Annabelle estaba poseída por el espíritu de un niño muerto y se decía que se movía sola, dejaba notas escritas a mano aterradoras e incluso supuestamente atacaba a alguien, relata Daily Mail.
El caso llamó la atención de los Warren, quienes concluyeron que Annabelle estaba siendo manipulada por una entidad demoníaca.
Debido a la popularidad de la historia y la posterior franquicia cinematográfica, la verdadera muñeca Annabelle fue sacada de su estuche seguro y se incluyó en estas presentaciones.