Una vez más, el río Arenales, en la zona sudeste de Salta capital, fue escenario de una acción contaminante por parte de empresas privadas. Esta vez, los inspectores de la Patrulla Ambiental de la Municipalidad, en conjunto con efectivos de la Policía Rural Ambiental, lograron detener una actividad clandestina que viene deteriorando sistemáticamente uno de los cursos de agua más importantes y afectados de la ciudad.
Una vez más, el río Arenales, en la zona sudeste de Salta capital, fue escenario de una acción contaminante por parte de empresas privadas. Esta vez, los inspectores de la Patrulla Ambiental de la Municipalidad, en conjunto con efectivos de la Policía Rural Ambiental, lograron detener una actividad clandestina que viene deteriorando sistemáticamente uno de los cursos de agua más importantes y afectados de la ciudad.
El operativo se desarrolló en Villa El Sol, un punto neurálgico dentro del mapa de microbasurales detectados por el municipio. Las tareas se enmarcan dentro del plan de Control y Fiscalización de Microbasurales, una política pública impulsada para frenar el avance de los basurales ilegales que proliferan en zonas vulnerables y aledañas a cauces naturales.
Durante los recorridos previos, los inspectores identificaron distintos focos infecciosos y detectaron movimientos sospechosos de camiones volquetes en horarios no autorizados. Con esos datos, se montó un operativo de vigilancia que finalmente permitió sorprender in fraganti a varios camiones arrojando escombros, residuos domiciliarios y restos de poda directamente sobre el lecho del río Arenales.
Una vez constatada la infracción, se procedió a realizar la consulta judicial correspondiente, que autorizó el secuestro de al menos uno de los camiones involucrados, el cual fue trasladado a la base operativa de la Policía Rural Ambiental. Además, se labraron las actas de infracción contra las empresas responsables, cuyas identidades aún no trascendieron, pero que enfrentarían fuertes sanciones por reincidencia ambiental.
Desde la Municipalidad confirmaron que se volverá a limpiar y sanear el sector afectado, aunque advirtieron que “es una lucha constante” y que muchas de estas firmas aprovechan la falta de vigilancia nocturna para continuar con el volcado ilegal de desechos.
El caso vuelve a poner en el centro de la escena la falta de conciencia ambiental empresarial, pero también expone la necesidad de acciones más severas y sostenidas para proteger al río Arenales, que desde hace décadas sufre el impacto de la contaminación urbana e industrial.
En paralelo, fuentes municipales aseguraron que se intensificarán los operativos sorpresa en distintos puntos de la ciudad, sobre todo en zonas críticas como el sudeste y el oeste, donde se han detectado los principales microbasurales. También se evalúa la colocación de cámaras y nuevas señalizaciones para disuadir el accionar ilegal.
Por último, los voceros de la Patrulla Ambiental recordaron que el volcado de residuos en lugares no habilitados constituye una falta grave, que puede derivar en sanciones económicas elevadas, inhabilitación de licencias y causas penales si se comprueba daño ambiental agravado.