La plaga de la tucura sapo mantiene en vilo a productores y autoridades en gran parte de la Patagonia, especialmente en Chubut. El crecimiento acelerado de esta especie autóctona, conocida científicamente como Bufonacris claraziana, afecta los pastizales naturales que sustentan la ganadería extensiva y pone en riesgo el equilibrio ambiental de la estepa.
En la localidad de Tecka, donde se concentra uno de los focos más importantes, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) coordina acciones conjuntas con municipios y productores para evitar que la expansión de las mangas se traslade hacia zonas urbanas y productivas. La situación llevó a mantener la Alerta Fitosanitaria hasta marzo de 2026 para las provincias de Chubut, Río Negro y Santa Cruz.
La tucura sapo es un insecto herbívoro y polífago, que se alimenta de diversas especies vegetales. Aunque no representa riesgos para la salud humana, su avance masivo produce graves daños sobre la vegetación. “No vuelan, pero se desplazan rápidamente y llegan hasta las viviendas rurales en busca de alimento”, explicaron técnicos del organismo sanitario.
El fenómeno se agrava en contextos de sequía, donde la falta de pasto aumenta la competencia con el ganado. Según especialistas del SENASA, la persistencia de altas temperaturas y la baja humedad favorecen su reproducción y expansión, por lo que se recomienda realizar monitoreos cada quince días en los establecimientos rurales.
Los equipos técnicos distribuyen cebotucuricida, un producto atrayente y letal para el insecto, como método principal de control. Su aplicación en las primeras fases del ciclo biológico de la tucura permite reducir su densidad antes de que alcance el tamaño adulto. “A medida que crecen, el cebo mantiene su efectividad porque el insecto lo consume de manera natural”, detallaron desde el área de Protección Vegetal.
Se estima que la temporada reproductiva se extenderá hasta enero, con picos poblacionales entre noviembre y diciembre. En ese período, los organismos técnicos intensificarán las campañas de información y asistencia directa a los productores para garantizar una respuesta rápida ante los brotes detectado
El SENASA subraya que la coordinación regional es esencial. Las brigadas rurales trabajan en conjunto con las autoridades provinciales y los municipios para relevar focos activos y promover la detección temprana. Además, se llevan adelante talleres de capacitación sobre reconocimiento de estadios ninfales y uso seguro de productos fitosanitarios. Información extraída de LA17.





