Una brutal discusión de tránsito tuvo lugar este viernes en la ciudad de Córdoba cuando el conductor de un Renault Twingo, identificado con el nombre de Alejandro, le tocó bocina al dueño de un Fiat Cronos que iba en zig zag en la calle Libertad y le gritó “aprendé a manejar”. Esa frase generó una reacción del hombre que estaba en infracción, quien le rompió un espejo y luego lo atropelló mientras estaba parado en la calle junto a su hijo.
Al ver al hombre en infracción, Alejandro, que manejaba el Twingo, lo pasó, le tocó bocina y le gritó. Fue en ese momento que el conductor del Cronos se bajó del auto y fue a pie hacia el Renault que estaba detenido en el semáforo de la esquina con Esquiú; allí le rompió el espejo de un golpe, según consignó el portal cordobés El Doce.
Inmediatamente después de la agresión, Alejandro y su hijo -que estaba en el asiento del acompañante- también salieron de su auto y comenzaron a grabar con sus teléfonos al conductor del Cronos. De acuerdo a lo que se puede ver en un video filmado por un vecino de la zona, cuando los dos se acercaron al agresor, él atropelló al mayor de ellos, que estaba parado delante del vehículo para bloquear su paso.

En otro tramo del video se puede ver al conductor del Cronos continuando la discusión verbal mientras una mujer que lo acompañaba -que según las primeras versiones sobre el hecho sería su madre- trataba de calmarlo.
“Nosotros estábamos en el semáforo de Esquiú. Él tenía su auto a 30 o 40 metros. O sea, él vino para agredir. Sólo propinó insultos y provocaciones”, dijo Alejandro, que conducía el Twingo y luego fue atropellado. Tras ello agregó: “Se lo veía fuera de sí. Cuando me rompió el espejo, me cayeron vidrios a mí, que estaba sentado manejando. Entonces salí por la puerta del acompañante y él salió corriendo para su auto”.
En tanto, aseguró que el que manejaba el Cronos era joven. “Es más chico que mi hijo. Yo le decía ‘dame los datos del seguro’. Y bueno, se metió ahí. Después yo me paré adelante porque se quería ir y me quiso atropellar”. Pasado el incidente, Alejandro fue a hacer una denuncia a una comisaría de la zona.
“Lo importante es que una discusión de tránsito que debería haber quedado en un ‘aprendé a manejar’ terminó en algo mucho más fuerte”, cerró la víctima.
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