
El comercio bilateral entre Paraguay y Chile atraviesa un momento de crecimiento sostenido, impulsado por el avance del Corredor Bioceánico y la próxima inauguración de la Zona de Desarrollo Logístico La Negra en Antofagasta, que integrará una zona franca industrial paraguaya. Según Carlos Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Chileno-Paraguaya, ambos hitos estratégicos posicionan a Paraguay como un actor clave para el acceso al Pacífico y a los mercados del Asia-Pacífico.
El corredor, que se encuentra en un 85% de avance, ya puede ser utilizado parcialmente gracias a rutas operativas que conectan el Chaco paraguayo con el norte argentino y el Paso de Jama hacia Chile.
Su finalización, prevista para dentro de seis meses, permitirá trasladar el 40% de la producción sudamericana de carnes y granos hacia puertos chilenos como Antofagasta e Iquique, reduciendo en aproximadamente 20 días el tiempo de navegación respecto a las rutas tradicionales por el sur del continente.
Este ahorro logístico no solo disminuye costos, sino que abre la posibilidad de exportar carne envasada al vacío en lugar de congelada, lo que incrementa el valor de venta y la competitividad en los exigentes mercados asiáticos. Para Paraguay, el beneficio se extiende más allá del sector cárnico: granos, aceites, arroz y otros productos alimenticios podrán llegar con mayor rapidez y frescura a destinos de alto consumo.
El próximo 22 de agosto se inaugurará en Antofagasta la Zona de Desarrollo Logístico La Negra, ubicada en un punto estratégico para la exportación minera chilena y conectada con el Corredor Bioceánico. En este complejo operará la Zona Franca Industrial Paraguaya, con diez hectáreas destinadas a la distribución y transformación de productos como carne, granos y manufacturas, tanto para el mercado interno chileno como para el sur de Perú y, principalmente, para el Asia-Pacífico.
Medina adelantó que empresarios paraguayos y chilenos ya han comprometido inversiones en proyectos logísticos y de transformación en esta zona, especialmente en los sectores cárnico y de granos. Además, la ubicación permitirá aprovechar los flujos marítimos que transportan minerales chilenos hacia Asia, generando sinergias para cargas de retorno y optimización de costos de transporte.

Además de la carne bovina, que en 2025 podría alcanzar los 700 millones de dólares en exportaciones a Chile, Paraguay incrementa su presencia con productos como arroz, aceite refinado de soja, chía y próximamente carne porcina y huevos frescos. Del lado chileno, se busca ampliar envíos de frutas y salmón hacia Paraguay, aprovechando el flujo de transporte generado por las exportaciones paraguayas.
El régimen de maquila, con beneficios fiscales y costos energéticos competitivos, también atrae a inversores chilenos, interesados en instalar industrias orientadas a la exportación. “Paraguay tiene el potencial de convertirse en la gran plataforma manufacturera de Sudamérica”, destacó Medina. Esta modalidad productiva no solo permite ensamblar y transformar mercancías con destino a terceros mercados, sino que también genera empleo calificado y fomenta transferencia tecnológica.
En los próximos meses, dos encuentros concentrarán la atención empresarial: la inauguración de La Negra en agosto y un importante encuentro paraguayo de negocios en Ciudad del Este, en septiembre, que reunirá a inversionistas chilenos interesados en comercio, logística y maquila.
Según Medina, la clave para profundizar las relaciones comerciales está en seguir difundiendo las oportunidades y fortalecer los vínculos empresariales, aprovechando la ubicación estratégica y las ventajas logísticas que ofrecen estas nuevas infraestructuras.