Este jueves, Cositorto solicitó declarar ante los jueces Martín Pérez, Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans. Durante más de una hora, expuso su versión de los hechos y luego respondió preguntas de la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, de la Unidad de Delitos Económicos Complejos.
El empresario, ya condenado a 12 años de prisión en Corrientes por causas similares, negó cualquier intención de fuga o de ocultamiento de fondos, y defendió la legalidad de las operaciones de Generación Zoe. Dijo que se trataba de un esquema basado en fideicomisos y que el dinero recolectado era reinvertido en criptomonedas.
Respecto a la llegada del grupo a Salta, explicó que designó como referente local a Ricardo Vilardel, a quien conocía desde anteriores experiencias laborales y con quien se reencontró en un curso de coaching ontológico. Ambos están imputados en la causa.
La defensa de Cositorto, a cargo de la defensora oficial Cecilia Martínez, había solicitado la nulidad del debate oral, pero la Sala 1 del Tribunal de Juicio rechazó el planteo y la audiencia se desarrolló con normalidad.
En la jornada también declararon dos testigos que aseguraron haber entregado sus ahorros a Cositorto y a Vilardel motivados por la confianza que les inspiraban en su rol como pastores religiosos.
Este viernes, desde las 8:00, continuará el juicio con nuevas declaraciones testimoniales.