La causa por el atroz crimen de Daiana Magalí Mendieta sumó en las últimas horas una nueva línea de investigación que podría cambiar el rumbo de la pesquisa. Los investigadores del Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos analizan la posibilidad de que la joven de 22 años haya sido asesinada tras un conflicto económico vinculado a apuestas ilegales de caballos.
El cuerpo de Daiana fue encontrado el lunes dentro de un aljibe de unos diez metros de profundidad, en una tapera abandonada en la zona rural de Los Zorrinos, a pocos metros de la ruta nacional 12, en el departamento Tala. El hallazgo se produjo tras tres días de intensa búsqueda con más de 100 policías, bomberos, drones y perros rastreadores, que trabajaron sin descanso en los campos de la región.
La joven había desaparecido el viernes a la noche, luego de recibir un llamado telefónico en su casa, según relató su madre. El auto familiar, un Chevrolet Corsa Classic, fue encontrado abandonado a dos kilómetros de la localidad, con las llaves puestas y sin señales de robo, el domingo a la madrugada. Ese hallazgo fue clave para orientar los rastrillajes hacia la zona donde finalmente apareció el cuerpo.
La fiscal Emilce Reynoso, a cargo del caso, confirmó que Daiana fue hallada vestida y con una herida de arma, la cual le habría causado la muerte. “La víctima fue encontrada en un pozo de unos 10 metros de profundidad vestida y con una herida de arma. Esta habría sido la que le provocó la muerte”, explicó. La investigación está caratulada como femicidio, aunque las motivaciones del crimen todavía se intentan determinar.
La nueva versión del caso que conmociona en Entre Ríos
En las últimas horas, trascendió una versión que podría explicar el trasfondo del caso. Según fuentes del entorno de la investigación, Daiana habría trabajado como cobradora en un circuito de apuestas clandestinas de caballos. En ese contexto, la joven habría sido acusada por algunos de los participantes de “quedarse con un cambio”, es decir, con una suma de dinero perteneciente a las transacciones del juego.
“La acusan de haberse quedado con un cambio”, afirmó una fuente del caso a la prensa local. Los investigadores sospechan que el conflicto por ese dinero podría haber derivado en su asesinato. “Fue un error enterrarlo ahí”, añadió la misma fuente, en referencia al lugar donde fue ocultado el cuerpo: un pozo de agua cercano a una tapera donde pastaban caballos.
La policía citó testigos que habrían tenido relación con las apuestas y ya se analizan comunicaciones telefónicas y movimientos bancarios para determinar si la joven efectivamente manejaba dinero de ese circuito clandestino.
Quién es el principal sospechoso del caso
Mientras tanto, el principal sospechoso del caso sigue siendo un hombre apodado “Pino”, de 50 años, quien fue detenido el domingo por la noche tras resistirse con un arma de fuego durante un allanamiento. “Esto se logra, no obstante hubo una resistencia muy importante del residente de la casa, una persona masculina de 50 años con un arma de fuego. Con lo cual, fue detenido por resistencia a la autoridad”, informó el comisario Pedro Silva, jefe de la Departamental Tala.
La fiscal Reynoso señaló que el detenido está acusado por desobediencia y amenazas, y que las pericias sobre los teléfonos podrían vincularlo directamente con la víctima. “Ya están pedidas las pericias sobre los teléfonos”, confirmó la representante del Ministerio Público Fiscal.
El hallazgo del cuerpo y las nuevas hipótesis sobre su entorno económico revelaron una trama más compleja de lo que se creía. Los investigadores no descartan que el crimen haya sido planificado para “darle un escarmiento” por la supuesta deuda o apropiación de dinero.
En Gobernador Mansilla, un pueblo de poco más de mil habitantes, la conmoción no da tregua. Los vecinos, que durante días se movilizaron para buscar a la joven, ahora reclaman justicia y claridad. Mientras tanto, la investigación sigue abierta, y cada nuevo dato aporta piezas a un rompecabezas que mezcla violencia, dinero y poder en el mundo de las apuestas ilegales.
El caso de Daiana Mendieta dejó al descubierto no solo un crimen brutal, sino también un entramado oculto que podría involucrar a redes clandestinas que operan silenciosamente en el interior del país.
