por Distrito Interior · Publicada · Actualizado
Aunque la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales ya está habilitada, los buques congeladores permanecen amarrados en los puertos debido a “la crisis estructural que hace inviable la continuidad de la actividad”, denunciaron las cámaras empresarias. La situación no tiene precedentes: 113 barcos continúan en distintos puertos del país, de acuerdo con el diario La Capital de Mar del Plata.
La flota congeladora, que genera divisas por 600 millones de dólares anuales, está parada desde el 17 de marzo. Esta parálisis afecta a toda la cadena productiva, con impacto directo en la actividad económica de ciudades como Mar del Plata, Puerto Deseado y Puerto Madryn.
Según la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores (Capeca) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip), “está en juego la sostenibilidad económica de un sector que solo en 2024 generó exportaciones por US$ 2.000 millones y representó el 3,9% de las exportaciones nacionales”, y que “en los últimos diez años generó divisas por US$ 17.000 millones”.
El freno a la actividad se da en un contexto de caída de precios internacionales: el langostino entero bajó 2,8% interanual y las colas de langostino, un 5,6%, mientras los costos internos siguen subiendo.
“La combinación de factores como la caída sostenida de los precios internacionales del langostino, la competencia del producto de cultivo y un convenio colectivo de trabajo obsoleto ha llevado al sector a una situación de quebranto”, explicaron las cámaras. “A pesar de que el recurso langostino se mantiene saludable y con buenos rendimientos, el negocio se ha tornado inviable. Con los precios actuales de venta no alcanza para cubrir los costos de explotación de la actividad”, agregaron.
Según La Capital, uno de los puntos más conflictivos es el convenio colectivo que rige desde 2005, y que establece un bono por productividad basado en un valor internacional del langostino de US$ 12 por kilo. “Hoy el precio es de US$ 5,50 el kilo, y la tripulación continúa cobrando como si valiera US$ 12”, advirtieron.
La pesca de langostino se convirtió en el eje central de la crisis. Aunque el producto se vende a US$ 5,50 por kilo, producirlo cuesta US$ 6,50. “Se pierde un dólar por kilo. Es inviable salir a pescar”, afirman desde el sector.
El comunicado fue firmado también por el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa), la de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caapba), la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera (AEPC), la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (Udipa), la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport) y la de Armadores de Poteros (CAPA). (Fuente: DIB)