Productores yerbateros de Misiones, organizados en cooperativas, alzaron la voz contra la industria: denuncian que el precio por kilo de hoja verde no cubre los costos de cosecha y se niegan a entregar su producción a los secaderos. Esta medida, que podría derivar en desabastecimiento en las góndolas, se da en un contexto de crisis agravado por la caída del consumo interno y la desregulación del sector tras el DNU 70/2023 del gobierno de Javier Milei.
El conflicto, que se remonta a fines de 2023, explotó con la quita de facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para fijar precios de referencia. Aunque la Justicia frenó el decreto en 2024 tras un amparo de productores y el gobierno provincial, la falta de una presidencia en el INYM paraliza las negociaciones. “El desmantelamiento del organismo deja al sector a merced de precios irrisorios y sobreproducción”, alertaron desde la Mesa Agroalimentaria Argentina.
La zafra 2024 arrancó con un precio de 400 pesos por kilo de hoja verde en cooperativas como El Colono, pero la importación de yerba desde Brasil y Paraguay hundió los valores hasta los 150 pesos en el mercado. “Sosteníamos los 400 pesos mientras otros pagaban menos, y nos sobreestockeamos”, explicó Carlos Biechteler, presidente de la cooperativa que produce Grapa Milenaria. Esto, sumado a la baja demanda en la zafriña veraniega, llevó a los pequeños productores y tareferos a suspender la cosecha, sacrificando ingresos.
Tras protestas y cortes de ruta en diciembre, se acordó un “precio justo sugerido” de 450 pesos por kilo con el Ministerio del Agro de Misiones. Sin embargo, las grandes empresas incumplieron, y desde febrero los productores volvieron a las rutas, exigiendo que no se pague menos del costo de producción. Con Argentina como líder mundial en producción de yerba mate, la crisis afecta a 15 mil tareferos, 12 mil productores y 49 cooperativas, evidenciando una cadena donde el esfuerzo rural choca con precios que apenas representan el 7% del valor final en góndola.