El 20 de junio, bajo el cálido sol de otoño porteño, Cristina Fernández de Kirchner reapareció con un fuerte mensaje político que definió los pasos a seguir para la reconstrucción del peronismo. La cita fue en Parque Lezama, un lugar con profunda carga simbólica para el espacio kirchnerista, donde la expresidenta presentó su hoja de ruta: organización, claridad en el rumbo y el objetivo de regresar al poder en 2027.
El acto fue originalmente previsto frente a su domicilio, en la calle San José 1111, pero una operación policial desmedida, con vallas, carros de asalto y un despliegue que buscó intimidar, forzó a cambiar el lugar del encuentro. Cristina, a través de sus redes sociales, pidió trasladar la concentración al auditorio de Parque Lezama, con un mensaje que combinó firmeza con una poética apelación a la calma: “Hay un solazo peronista y maravilloso”.
Allí, ante un auditorio colmado de militancia, referentes y dirigentes, la líder peronista volvió a marcar el pulso del movimiento. Acompañada por su hijo, Máximo Kirchner, quien ofició como orador, la jornada fue leída como el inicio de un nuevo capítulo político, que remite inevitablemente al acto de Carta Abierta de julio de 2009, donde Néstor Kirchner también había llamado a reagruparse tras una derrota electoral.
Máximo Kirchner sostuvo que la primera condición para avanzar es mantener el orden, la disciplina y la firmeza frente a las provocaciones. En un contexto adverso para el peronismo, el diputado trazó un horizonte de unidad con vistas a 2027: “Tenemos que organizarnos para construir una mayoría política que recupere el rumbo que se perdió en 2015”.
Cristina, por su parte, lanzó fuertes críticas al gobierno de Javier Milei y apuntó directamente contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien calificó como una “gran y absoluta fracasada”. Cuestionó el modelo económico actual, al que definió como “insostenible” y alertó sobre un preocupante crecimiento del desempleo en los principales polos industriales del país.
A pesar de las restricciones judiciales, la expresidenta se muestra decidida a seguir influyendo en el devenir político del país. “Esta etapa exige nuevas actitudes y mucho coraje”, afirmó desde las torres de sonido instaladas en el parque. También llamó a evitar enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y a concluir la jornada con alegría y serenidad.
La movilización fue masiva. Entre los presentes se encontraban figuras como Leopoldo Moreau, Paula Penacca, Wado de Pedro, Horacio Pietragalla y la intendenta Mayra Mendoza. Todos coincidieron en destacar la capacidad de convocatoria de Cristina incluso en medio de una coyuntura hostil.
El encuentro dejó una nueva fecha grabada en la memoria del peronismo: el 18 de junio, que Máximo propuso consagrar como “el día de la dignidad de un pueblo que no se calla”. La señal fue clara: el peronismo no se retira, se reorganiza.