La expresidenta cumple arresto domiciliario en su departamento de CABA. El dispositivo será monitoreado por el Ministerio de Seguridad.
Cristina Fernández de Kirchner comenzó a usar una tobillera electrónica como parte de su arresto domiciliario, luego de que la Corte Suprema confirmara la condena por la causa Vialidad. La medida fue dispuesta por el Tribunal Oral Federal N°2 y tendrá una duración de seis años.
El dispositivo, colocado por el Servicio Penitenciario Federal, permite el monitoreo en tiempo real y está vinculado a una unidad instalada en su vivienda de San José 1111. Cristina fue notificada formalmente por la Policía de la Ciudad, que además le tomó las huellas y le informó sus derechos y restricciones.
El sistema de vigilancia electrónica incluye una unidad de radiofrecuencia y dos teléfonos celulares. La exmandataria deberá responder llamados en cualquier momento y permanecer dentro de un perímetro controlado. El dispositivo emite alertas ante salidas no autorizadas o manipulaciones indebidas.
El TOF N°2 también aclaró que la expresidenta puede hacer uso del balcón, aunque le pidió que actúe con «criterio, prudencia y sentido común», para no alterar la tranquilidad del vecindario.
Actualmente, más de 5.000 personas cumplen arresto domiciliario bajo esta modalidad en el país.