El 6 de noviembre a las 9.30 Cristina Kirchner volverá a estar sentada en el banquillo de los acusados. Ese día iniciará el juicio por el caso de los Cuadernos de las Coimas, donde se la acusa de asociación ilícita en carácter de jefa, más el delito de cohecho. Sin embargo, la ex Presidenta pidió ser sobreseída. El Tribunal rechazó su planteo.
«No debe hacerse lugar a la excepción de falta de acción ni al sobreseimiento» que pide «la defensa de Cristina Elisabet Fernández», sostiene el fallo de los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, al que accedió Clarín.
Cristina, que está bajo arresto domiciliario en cumplimiento de la condena por corrupción del caso Vialidad, buscó evitar el segundo juicio que deberá afrontar en menos de tres semanas.
En el expediente se investigó un entramado de corrupción que se dedicaba a la recaudación de sobornos que pagaban empresarios contratistas del Estado de diversos rubros: energía, transporte, obra pública, entre otros.
Carlos Beraldi y Ari Llernovoy, abogados de la ex mandataria, presentaron un escrito reclamando el sobreseimiento bajo el argumento de que, cuando confirmó la sentencia condenatoria del caso Vialidad, la Corte Suprema de Justicia dejó firme la decisión de que no se la acuse por el delito de asociación ilícita en carácter de jefa.
En dicho expediente, la ex mandataria fue condenada a una pena se seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado.
La defensa señaló que después de que se fijó la fecha de inicio del juicio en el caso Cuadernos, el fallo del máximo tribunal en Vialidad constituyó un «hecho novedoso», que es uno de los motivos por los cuales puede dictarse un sobreseimiento previo al inicio del debate oral y público.
Para la ex Presidenta, el hecho de que haya quedado firme la sentencia que la sobreseía en la causa Vialidad por el delito de asociación ilícita, tiene consecuencia directa en el caso que se juzgará a partir del 6 de noviembre.
Así lo expresaron los abogados: «la superposición del objeto procesal entre la causa “Cuadernos” y el expediente “Vialidad” fue advertida por la parte desde el comienzo de la causa, sin que sus alegaciones fueran aceptadas».
A ese criterio añadieron que “si se hubiesen tomado en cuenta las advertencias formuladas por nuestra parte unificándose todas las investigaciones en las que se planteaba la misma imputación de asociación ilícita se hubiera evitado la situación actual, en la cual se pretende juzgar a nuestra defendida por un hecho por el cual fue absuelta por sentencia firme, conforme lo definiera el Máximo Tribunal hace apenas tres meses”.
Los abogados de la ex mandataria concluyeron que Cristina Kirchner «ya ha sido juzgada y absuelta en orden al mismo hecho que se le imputa -dirigir una asociación ilícita-, y corresponde que se haga lugar a la excepción de cosa juzgada aquí formulada y se disponga su sobreseimiento» por el delito de asociación ilícita.
Frente a ese argumento central, respondió en primer término, la fiscal general Fabiana León. En su dictamen señaló que la defensa «no describe un ‘mismo hecho histórico’, sino que extrapola un ‘plan’ genérico para forzar una identidad que -a criterio de esta acusación, la jurisprudencia y las decisiones que se han dictado- es inexistente”.
Asimismo, la representante del Ministerio Público Fiscal explicó que “la coincidencia parcial de períodos o funcionarios no basta a estos fines, pues la garantía opera sobre hechos concretos e individualizados, no sobre etiquetas ni narrativas globales».
Continuando con ese criterio, la fiscalía dijo que en el caso Vialidad «el eje fue la insuficiencia para acreditar pluralidad delictual en contrataciones viales específicas, orientadas al enriquecimiento de Lázaro Báez» que hubiese ayudado a sustentar el delito de asociación ilícita.
Aquí -continuó detallando la fiscal León-, «la acusación se apoya en numerosos hechos de cohecho y en una estructura recaudatoria transversal que dota de contenido típico a la asociación. Son dos círculos que, de existir contacto, su tratamiento es el del concurso real y no el de excepción de cosa juzgada material”.
A la hora de analizar la situación, el TOF 7 resolvió rechazar los argumentos de la defensa de Cristina Kirchner y convalidar el planteo de la fiscalía.
«Las partes acusadoras han sido consistentes al explicitar las razones por las que consideran que el hecho que será sometido a juzgamiento» en el caso Cuadernos «difiere de aquél que se ventilara» en el caso Vialidad, por lo que se «impone habilitar la instancia de debate oral y público a los efectos de que ellas hagan valer sus pretensiones», expone el fallo.
Una vez más, el TOF 7 indicó que la mejor instancia de defensa de los imputados es el juicio oral y público, donde Cristina Kirchner podrá «realizar todos los planteos pertinentes acerca de la materialidad de los hechos y la responsabilidad de la imputada, a través de la producción de la prueba reunida».
De esta manera, el Tribunal resolvió que no están dadas las condiciones para que Cristina Kirchner sea sobreseída.
A partir del 6 de noviembre, las audiencias se harán todos los jueves. Se admitieron 630 testigos para el debate oral y público en una causa con más de 147 imputados -casi todos políticos y ex funcionarios del kirchnerismo y empresarios- involucrados en el circuito de sobornos.
El puntapié inicial del caso lo dio Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta -mano derecha del ex ministro Julio De Vido-, quien llevó durante años un detallado registro del recorrido de los bolsos con dinero, presuntamente proveniente de coimas millonarias que empresas de la construcción, entre otras, pagaban a los gobiernos kirchneristas desde 2003 y hasta 2015.
El sistema funcionó con la «participación indispensable» de los empresarios, todos sobreseídos por el delito de asociación ilícita y quienes sólo responderán en el juicio oral por la acusación de cohecho.
La estructura investigada, básicamente, consistía «en una serie de ‘puntos fijos de recaudación, en los cuales se reunían los funcionarios identificados con los empresarios, de los cuales recibían dinero en efectivo, principalmente en moneda estadounidense», detalla la acusación que se leerá el día del juicio.





