
A pesar de su histórica centralidad en el mapa turístico bonaerense, Mar del Plata no logró destacarse en estas vacaciones de invierno y fue superada en ocupación hotelera por Tandil, Chascomús, San Antonio de Areco y Sierra de la Ventana, que capitalizaron la tendencia a las escapadas breves, de cercanía y con gasto más controlado.
De acuerdo al informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), durante el receso invernal de 2025 se movilizaron 4,3 millones de personas en todo el país, con un impacto económico estimado en $1,5 billones. Sin embargo, el balance fue negativo en comparación con el año anterior: viajaron menos turistas, hubo menos estadías y el gasto se mantuvo casi sin variación real.
En tanto, la estadía promedio fue de apenas 3,9 días y el gasto diario por persona rondó los $89.236, apenas un 4,8% más que en 2024 a precios constantes.
Mar del Plata, lejos de ser protagonista en estas vacaciones de invierno
La Feliz no logró posicionarse como uno de los destinos elegidos por los turistas dentro de la provincia de Buenos Aires. La ocupación hotelera apenas alcanzó el 30% en los primeros días del receso, y solo repuntó los fines de semana, con picos de hasta 60%, muy por debajo de los niveles que suele registrar en temporada alta.
Según CAME, otros destinos bonaerenses superaron claramente a la ciudad costera, en parte por la preferencia por escapadas breves, rurales y de cercanía, como por ejemplo:
Tandil fue el destino bonaerense más elegido por los turistas, con más del 70% de ocupación promedio.
Sierra de la Ventana registró niveles cercanos o superiores al 50%.
San Antonio de Areco también mostró mejor desempeño que Mar del Plata.
Chascomús alcanzó un 49% de ocupación, con estadías promedio de tres días y un gasto diario de $103.000 por visitante, muy por encima de la media provincial.
Los motivos por los que Mar del Plata no fue la elegida en estas vacaciones de invierno
El mal clima, la incertidumbre económica y un tipo de cambio más favorable para el turismo internacional afectaron la temporada invernal local. A eso se sumó un nuevo patrón de consumo: viajes más cortos, espontáneos y de bajo presupuesto, favoreciendo destinos rurales y naturales en detrimento de los centros turísticos tradicionales.
«Las escapadas de fin de semana ganaron terreno frente a las estadías prolongadas. Lugares con cabañas, propuestas al aire libre y buena conectividad por ruta captaron a buena parte del turismo que antes elegía la costa atlántica», señala el informe.