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lunes, abril 28, 2025

Cuando el honor se medía a duelo: Historias de sables, pistolas y política

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Fausto Frau repasó la historia de los duelos de honor en Argentina y su peso en la vida pública. Entre anécdotas y reflexiones, revivió episodios donde la palabra y el honor se defendían a sable o pistola.

En una nueva edición de su Columna Política, el militante peronista Fausto Frau propuso un viaje en el tiempo para reflexionar sobre viejas tradiciones argentinas y su relación con el honor y la palabra pública. «Hoy vengo a hablar un poco más de historia y quería hablar de algo que a mí me encanta que son las viejas tradiciones», comenzó diciendo, y remarcó: «Cada país tiene tradición, costumbres y muchas están regladas y por eso no me gusta cuando se quejan de esas costumbres y leyes«.

El eje de su exposición giró en torno a una antigua práctica que supo tener enorme peso social: el duelo de honor. Frau aclaró: «Hoy voy a hablar de una ley que no sé si tendría que existir hoy en día, pero sí me parece muy curiosa: más que una ley, son varios artículos del Código Penal, un decreto de 1814 que habla sobre el duelo, y no el tipo de duelo que estamos transitando ahora con la muerte del Papa Francisco, sino el duelo de sables y pistolas, batirse a duelo». De acuerdo a su relato, la práctica fue prohibida por Gervasio Posadas el 30 de diciembre de 1814, mucho antes de que Argentina declarara su independencia.

«Se prohibió antes de que nos independizáramos como país, pero sí hubo una época en la que el ordenamiento jurídico era poco claro«, explicó, advirtiendo que la prohibición recién fue reafirmada en el Código Penal de 1921. Durante ese extenso vacío legal, aunque los duelos eran técnicamente ilegales, «una de las fuentes del derecho es la costumbre y prevaleció la costumbre y las cuestiones ligadas al honor por sobre una ley». Según investigaciones citadas por Frau, entre 1869 y 1971 se registraron 2.417 duelos de honor en Argentina, muchos de ellos protagonizados por figuras públicas.

Entre las historias destacadas, Frau mencionó enfrentamientos como el de Arturo Frondizi y John William Cooke, surgido porque «Frondizi lo acusó de converso a Cooke», y los duelos de Raúl Uranga, gobernador de Entre Ríos. «Uranga protagonizó tres duelos: uno con Leopoldo Lugones, que se hirieron de gravedad porque Lugones lo había agraviado a Uranga en su diario», narró. Además, recordó que Uranga fue desafiado por Arturo Etchevehere y también tuvo un duelo frustrado con Ricardo Fabre, donde los padrinos lograron una mediación previa.

Sobre la organización de estos combates, explicó: «Los duelos podían ser a sable o a pistola, y los términos los fijaban los padrinos, que eran como una especie de abogados dentro del duelo». Los términos pactados podían ir «desde la primera sangre hasta la muerte», aunque según Frau, «no hay muchos a muerte, es verdad, pero hubo muchos».

Tradiciones que el tiempo dejó atrás

Frau no dejó pasar la oportunidad para reflexionar sobre la actualidad: «Es algo que la sociedad debe considerar como algo medieval, pero si uno se pone a analizar, hoy en día se hacen demandas por daños y perjuicios, pero se nota mucho que la palabra y el peso de ellas no vale nada». Y fue más allá: «Hoy en día, termine como termine, se relativiza la palabra. Suponete que somos diputados, vos del PRO y yo de Unión por la Patria y te digo que sos un chorro, no lo puedo demostrar y vos como mucho lo llevás a la Justicia, igualmente va a quedar en la nada».

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Desde su mirada, la existencia del duelo implicaba que «había un ganador» en los conflictos de palabra, aunque reconoció que, jurídicamente, «era una afrenta a algo clave a una potestad constitucional, que es la administración de justicia».

Entre los episodios más recordados, Frau mencionó un duelo de 1894 frente al Hipódromo Nacional, donde «el interventor de la Provincia de Buenos Aires, nieto de Vicente López, descubrió que un alto jefe militar, el Coronel Sarmiento, quería cancelar una deuda por la compra de unos campos de Chacabuco haciendo un pago fraudulento». Tras acusaciones cruzadas en los diarios, el enfrentamiento terminó en tragedia: «Lo que terminó pasando es que Sarmiento era militar y el otro civil, que recibió varios tiros y murió a las horas«.

Finalmente, destacó uno de los duelos más célebres de la política argentina: el de Lisandro de la Torre e Hipólito Yrigoyen. «Fue en 1897 y pasó lo que nadie pensaba que iba a pasar, porque pasada media hora De la Torre tenía heridas en todo el cuerpo y tuvieron que terminarlo», relató Frau. Según la historia, De la Torre terminó dejándose la barba para ocultar las cicatrices que le había dejado su adversario.

«Uno de los más famosos fue entre Frondizi y Cooke, en junio de 1950 después de una brava sesión en el Congreso y las acusaciones de Frondizi», relató Frau. «Fue un duelo a tiros, se dispararon uno cada uno, no se dieron, Cooke quiso dar otro, no lo dejaron y quedó todo en la nada», agregó. El militante remarcó la trascendencia de aquel hecho: «Fue mucho espamento, pero fue entre dos diputados de la Nación que después fueron hombres importantes: uno el delegado de Perón en Argentina y otro fue Presidente».

Respecto al último duelo formal registrado en el país, Frau detalló: «El último duelo registrado, en 1968, fue entre el Almirante Benigno Varela y el periodista y dirigente radical Yolivan Biglieri en Monte Chingolo«.

Redacción

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