Esta licitación, la más significativa durante la gestión del presidente Javier Milei, ha estado marcada por denuncias de presunto direccionamiento en favor de la actual concesionaria, la empresa belga Jan de Nul. Otras compañías, como Dredging International (DEME) y Rohde Nielsen, han presentado recursos judiciales solicitando la suspensión del proceso, argumentando que los pliegos contienen requisitos que limitan la competencia.
La Hidrovía Paraná-Paraguay es esencial para la economía argentina, ya que por ella transita aproximadamente el 80% de las exportaciones e importaciones agroindustriales del país. La concesión otorgará al ganador la responsabilidad de realizar tareas de dragado, mantenimiento y señalización, además de la facultad de cobrar peajes a las embarcaciones que utilicen la vía.
A pesar de las controversias y desafíos legales, el Gobierno mantiene el cronograma previsto y espera adjudicar la concesión en los próximos meses, con el objetivo de garantizar la operatividad y eficiencia de esta ruta estratégica para el comercio nacional e internacional.