En tiempos en los que los cumpleaños suelen resumirse en saludos protocolares y tortas decoradas, Sandra Borghi eligió otra cosa: un video vibrante, cargado de simbolismo, y una carta abierta a la vida que rápidamente se volvió viral. Es que este 6 de julio, la periodista y conductora celebró su cumpleaños número 50 con una declaración de principios, de amor propio y de transformación personal que hizo en sus redes.
“Dicen que la vida comienza a los 50. Estoy lista para recibirlos y para volver a enamorarme de mí misma. Todo lo anterior fue solo un ensayo. Ahora llegó el momento de disfrutar. Bienvenidos los 50”, escribió al final del video que ella compartió este domingo en su cuenta de Instagram, donde la siguen más de 300 mil usuarios.
Un video que habla por sí solo
En el posteo, Borghi compartió un breve pero poderoso video en el que se la ve bailando tango —con seguridad, garra y pasión—, y luego, actuando un breve sketch para terminar saltando de felicidad en la cama junto a su hija menor, riendo, abrazándola, disfrutando el momento sin filtros ni poses.
Esa secuencia, entre el movimiento elegante del tango y la espontaneidad de la risa materna, simboliza la dualidad de esta nueva etapa: fuerza y ternura, energía y disfrute, madurez y juego.
La publicación rápidamente se llenó de comentarios de cariño, admiración y empatía. Colegas, amigos, seguidores y personas anónimas se sintieron identificadas con su relato.
“Hoy empiezo la otra mitad sabiendo lo que quiero. Y, sobre todo, lo que ya no quiero más”
Acompañando el video, Sandra dejó un texto largo y conmovedor, donde repasó las lecciones que le dejó la primera mitad de su vida y la forma en que, a partir de ahora, quiere transitar la que sigue. En forma de listado, compartió 30 decisiones personales que resumen una transformación profunda.
«Cumplo 50 y este es el comienzo de mi nueva historia. Después de un largo camino, aprendí que la vida no me pasa por alto: de todo aprendo, capitalizo y avanzo. Hoy empiezo la otra mitad sabiendo lo que quiero y, sobre todo, lo que ya no quiero más en mi vida», comenzó diciendo.
Y siguió: “Ya no digo lo que quiero hacer. Lo hago. Ya no me quedo sentada si quiero bailar. Ya no idealizo a las personas. Las acepto como son. Ya no me importa tener razón. Me importa tener paz. Ya no dejo que el destino decida por mí. Hoy escribo mi propia historia”.
Con frases que resonaron como mantras, Sandra dejó en claro que el cambio no es una meta sino una elección cotidiana: “Ya no abandono por miedo. Pido ayuda y me dejo ayudar. Ya no celebro solo cumplir años. Hoy celebro la vida, cada día”.
