Daniela Christiansson atraviesa una etapa única: embarazada de su segundo hijo con Maxi López, la modelo y empresaria suiza celebró una escapada en familia a Suecia, el país que —aunque no la vio nacer— siente como propio. A través de un emotivo posteo en Instagram, donde se la ve disfrutando junto a su hija Elle de días de sol, naturaleza y mucha calma, la influencer compartió reflexiones profundas sobre la maternidad y sus raíces.

“Una estadía mágica en Suecia, mi país de origen”, escribió Daniela junto a una seguidilla de imágenes en las que se la ve con un ajustado vestido beige y top blanco, dejando en evidencia su panza de embarazo, mientras pasea por el puerto junto a su pequeña. En otras tomas, ambas aparecen de espaldas en la playa, contemplando el mar en un atardecer sereno y dorado. La complicidad entre madre e hija salta a la vista.
“Aunque nací y crecí en Suiza, es acá donde siento un profundo sentido de pertenencia”, explicó. “Por eso era tan importante para mí mostrarle a mi hija esta parte de sus raíces. Ojalá podamos convertirlo en una pequeña tradición de cada año”. En ese mismo texto, reveló cuál es su próximo gran deseo familiar: “Ahora solo nos falta llevarla a conocer Argentina — su otra mitad”.

El mensaje conmovió a sus seguidores y, al mismo tiempo, hizo una alusión a Maxi López, quien nació en Buenos Aires y actualmente reside en Europa con Daniela. La pareja espera la llegada de su segundo hijo, que se sumará a la familia ensamblada que ya integran con Valentino, Benedicto y Constantino, los tres hijos que el exfutbolista tuvo con Wanda Nara, quienes dividen su vida entre Argentina y Suiza.
Durante esta estadía en Suecia, Christiansson también celebró los pequeños placeres cotidianos, desde los sabores locales hasta el disfrute del mar. “Como hacía bastante que no venía, quizás vieron en mis stories que disfruté a full de los pequeños placeres: comer (¡acá las frutas y verduras tienen un sabor increíble!), el mar (¡estaba calentito!), el sol, y sobre todo… el tiempo en familia”, relató en su cuenta.

Radiante y relajada, Daniela aprovechó estos días de desconexión para celebrar su presente, el crecimiento de su familia y su vínculo con la naturaleza. Con un look cómodo, cabello recogido y zapatillas blancas, la influencer dejó en claro que la maternidad es una prioridad, pero también una oportunidad para transmitir valores, cultura y conexión emocional.
Mientras la pareja continúa disfrutando del verano europeo, la expectativa por el nuevo bebé crece —y con ella, también las ganas de cumplir otro sueño: que su hija conozca por fin la tierra natal de su papá.